Policías antidisturbios armados hicieron desfilar por las calles en una ciudad del sur de China a cuatro personas que habrían supuestamente violado las reglas anticovid, informaron este 28 de diciembre medios estatales, despertando críticas de internautas e, incluso, diarios oficiales.
Cuatro sospechosos con mascarilla y con trajes de protección, de los que colgaban sus fotografías y nombres, tuvieron que desfilar el 27 de diciembre frente a una numerosa multitud en la ciudad de Jingxi, en la frontera con Vietnam, indicó el diario estatal Guangxi News.
Las fotografías del castigo muestran a cada sospechoso sujetado por dos agentes policiales con escudos, mascarillas y trajes de protección, rodeados por un círculo de agentes antidisturbios, algunos de ellos armados.
Los cuatro estaban acusados de transportar migrantes ilegales a pesar de que China tiene las fronteras prácticamente cerradas por la pandemia, indicó este periódico de la provincia de Guangxi (sur).
China prohibió todo tipo de humillación pública de presuntos criminales en 2010 después de décadas de campañas de activistas de derechos humanos, pero algunos gobiernos locales han recuperado estas prácticas en la lucha contra la covid.
El desfile formaba parte de una serie de medidas disciplinarias anunciadas en agosto por el gobierno local de Jingxi para castigar a quienes rompieran las medidas sanitarias.
Guangxi News señaló que el desfile ofrecía “una advertencia real” y “disuadía de cometer crímenes fronterizos”. Pero este castigo generó controversia, con críticas de medios oficiales e internautas por esta estrategia.
Aunque Jingxi esté “bajo tremenda presión” para prevenir la importación de casos de coronavirus, “la medida viola seriamente el espíritu del Estado de derecho y no puede permitirse que ocurra otra vez”, dijo el miércoles el diario Beijing News, vinculado al Partido Comunista.
Otros sospechosos de contrabando ilegal y trata de seres humanos han sufrido humillaciones públicas en los últimos meses, según informaciones en la web del gobierno de Jingxi.
Videos de un desfile similar en noviembre mostraban a multitudes de personas observando a dos prisioneros retenidos mientras policías locales leían sus crímenes con un micrófono.
Y en agosto, decenas de policías armados fueron vistos llevando a un sospechoso a través de las calles hasta un parque infantil.
Cabe mencionar que China y Europa impusieron nuevas restricciones y una nueva ola de casos confirmados marca el fin de año en América Latina y el Caribe, que acumula más de 47 millones de contagios confirmados y cerca de 1,6 millones de muertes, según un conteo basado en datos oficiales.
Además, las autoridades chinas admitieron que están teniendo problemas para garantizar el suministro de alimentos a los residentes de Xi’an, ciudad confinada desde hace una semana, a causa del “bajo número de trabajadores y las dificultades logísticas y de distribución”.
Las declaraciones llegaban tras las quejas en redes sociales de habitantes de la urbe de 13 millones de personas quejándose de falta de comida y pidiendo ayuda.
Además, decenas de miles de personas adicionales están confinadas en la ciudad de Yan’an, a 300 kilómetros de Xi’an.
Por su lado Pekín ha seguido una estricta estrategia de ‘covid cero’ que incluye restricciones en las fronteras y cuarentenas localizadas.
La población de Xi’an tiene prohibido salir a la calle excepto para testearse, y algunos afirman que ya ni siquiera es posible comprar online. Los residentes se quejan de que no se les permite salir incluso si se han quedado sin comida en casa.
*Con información de AFP.