Calles convertidas en caudalosos ríos, personas intentando no morir ahogadas, enseres completamente destruidos, carros flotando en medio del agua, semáforos cubiertos por el agua, casas en pedazos y el grito desesperado de aquellos que podían grabar con sus celulares un día apocalíptico para los habitantes de la ciudad belga de Dinant, son el resumen de lo que quedó de las imágenes que estremecen al mundo tras las fuertes lluvias.
El caos empezó el sábado por las fuertes lluvias que se registraron en la región belga de Valonia, situada a las orillas del río Mosa y rodeada de abruptos acantilados. El vicealcalde de Dinant, Robert Closset, anunció que las consecuencias fueron peores que las de la semana pasada, y confirmó el desplazamiento de los bomberos para enfrentar la emergencia, según reportaron las agencias internacionales: “He vivido aquí toda mi vida y nunca había visto esto antes”, señaló el mandatario.
Los usuarios de las redes sociales se han estremecido con los videos captados por habitantes, que desde los pisos más altos de los edificios lograron capturar la ruina que dejaba el paso del agua. Cráteres inmensos se hicieron en el asfalto. El alcalde de Dinant, Axel Tixhon, afirmó que los daños solo son materiales, y que “afortunadamente, no hay heridos que lamentar”. Los medios locales y el concejal provincial Richard Fournaux lamentaron el desastre en una publicación de Facebook: “Siento una tristeza absoluta. Soy dinante de nacimiento, nunca la había visto así. Rezo para que no haya víctimas”, escribió.
Namur y Brabante Valón, al sureste de Bruselas, fueron las provincias más afectadas, pues por segunda vez tuvieron que soportar las inclemencias del clima, que dejaron 36 personas muertas y siete desaparecidas.
El Centro de Crisis de Bélgica emitió una advertencia a la población, ya que se espera que el mal tiempo dure varios días. En la provincia de Lieja, aunque también se ha visto muy afectada por las lluvias, las autoridades no hicieron el desalojo generalizado de sus pobladores.
La cifra confirmada de muertes por las inundaciones en Bélgica y los países vecinos suma más de 210 víctimas y pérdidas económicas incalculables. El gobierno ha anunciado un plan de reconstrucción por 2.000 millones de euros: “para ayudar a los ciudadanos a que enfrenten la urgencia antes de que las aseguradoras tomen el control, se concederá a cada hogar afectado por la catástrofe un crédito sin intereses de 2.500 euros para cubrir sus necesidades básicas”, dicen las agencias de prensa internacional..