Las fuertes lluvias que se esperan para los próximos días dan esperanzas a Australia, que se ha visto afectada por una ola de incendios que han destruido aproximadamente 5,8 millones de hectáreas de bosque y que han provocado la muerte de al menos 27 personas. Sin embargo, las llamas que siguen sin ser controladas llevaron humo tóxico hasta Melbourne, perturbando este martes los partidos clasificatorios del primer torneo de tenis de Grand Slam del año.
Luego de meses agónicos de lucha contra el fuego, la naturaleza facilitó el trabajo de los bomberos que se encuentran esparcidos por todo el país, permitiendo de esta forma poner bajo control algunos de los incendios que más afectaciones han generado. El día de hoy aumentó el optimismo por previsiones de fuerte lluvia en algunas zonas de los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur, dos de los estados que más sufrieron los efectos de las altas temperaturas y los incendios. Según la meteoróloga del gobierno Sarah Scully, la lluvia debería llegar el miércoles al este de Australia y durar por lo menos hasta el fin de semana. Para Shane Fitzsimons, el responsable de incendios rurales de Nueva Gales del Sur, se trata de buenas noticias. “Hemos estado hablando de ello desde hace meses, que en enero habría las primeras lluvias significativas, y parece que por fin llegarán en los próximos días", afirmó.
Sin embargo, aunque las lluvias facilitarían el control de ciertos incendios, otros siguen fuera de control, y se esperan todavía muchas semanas de calor durante el verano australiano. Razón por la cual, el humo tóxico de los incendios alcanzó este martes Melbourne, la capital del estado de Victoria, donde la semana que viene empieza el Abierto de Australia de tenis. El español Rafael Nadal, primero del ranking ATP, y otras estrellas del tenis mundial dejaron de entrenarse en el exterior, para evitar afectaciones a su salud. Todo en medio de una ola de críticas de algunos jugadores que consideran que debieron haber cancelado las rondas previas del torneo. Mandy Minella, una jugadora de Luxemburgo, se quejó en Twitter y advirtió del riesgo para la salud "de todas las personas que tienen que trabajar aquí fuera, especialmente de los recogepelotas". De igual forma, la eslovena Dalila Jakupovic, número 201 del mundo, tuvo que abandonar su partido por un ataque de tos que atribuyó al humo. "Tenía mucho miedo de desmayarme (...) No es saludable", afirmó.
El humo también obligó a cancelar un partido de exhibición que iba a disputar la exnúmero uno mundial María Sharápova. En los próximos días, se espera que la situación mejore en Melbourne con un cambio de la dirección del viento y tiempo más húmedo. Sin embargo, las dudas de qué pasará con el Abierto de Australia, que dura dos semanas, siguen presentes. El presidente de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), El tenista Novak Djokovic, aseguró la semana pasada que habrá que suspender el torneo si los niveles de contaminación son demasiado altos. *Con información de la AFP.