El mayor incendio en lo que va del año en el estado de California está obligando la evacuación de miles de personas mientras destruye viviendas y arrasa el terreno seco del estado, el cual se descontroló el domingo 31 de julio por fuertes vientos y tormentas eléctricas.

El incendio McKinney seguía incontenible mientras ardía en el Bosque Nacional de Klamath, en el norte de California, indicó el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios del estado, extendiéndose más de 51.000 acres cerca de la ciudad de Yreka. Por ahora es considerado como el mayor incendio de California en lo que va del año.

El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el estado de emergencia y advirtió que el fuego “destruyó viviendas” y es una “amenaza a la infraestructura”, tras dispararse el pasado viernes.

La fauna también se ha visto afectada por el voraz incendio que se presenta en el Klamath National Forest en California, Estados Unidos | Foto: Con derechos gestionados de AFP

El fuego se “intensificó y propagó por los combustibles secos, las condiciones de sequía extrema, altas temperaturas, vientos y tormentas eléctricas”, detalló en un comunicado. Más de 2.000 habitantes recibieron la orden de evacuar, según la Oficina de Servicios de Emergencia de California (OES), sobre todo en el condado de Siskiyou.

Unas 650 personas trabajaban para apagar el fuego el domingo 31 de julio, de acuerdo con el Grupo Nacional de Coordinación de Incendios Forestales. California enfrenta una sequía extrema y aún tiene que superar meses de la temporada de incendios.

En los últimos años, California y otras partes del oeste de Estados Unidos han sido afectadas por enormes incendios de rápida propagación, impulsados por el cambio climático.

Las lluvias siguen acechando el estado de Kentucky

Los socorristas realizan un rescate puerta a puerta en Kentucky bajo condiciones climáticas cada vez peores, mientras continúa la búsqueda de víctimas de las severas inundaciones que devastaron el este de este estado del sur de Estados Unidos, dijo su gobernador.

Algunas áreas de la región montañosa siguen siendo inaccesibles luego de las inundaciones que convirtieron carreteras en ríos y arrasaron puentes, casas y mataron al menos a 28 personas, según los últimos datos oficiales. El afectado servicio de telefonía celular complica los esfuerzos.

“Esta es una de las inundaciones más devastadoras y mortales que hemos visto en nuestra historia... Y en el momento en que estamos tratando de excavar, está lloviendo”, declaró el gobernador Andy Beshear al programa “Meet the Press” de la cadena NBC.

“Vamos a ir de puerta a puerta, trabajar para encontrar, nuevamente, a tantas personas como podamos. Incluso vamos a trabajar bajo la lluvia. Pero el clima lo está complicando todo”, agregó.

“Vamos a encontrar cuerpos durante semanas, muchos de ellos arrastrados cientos de metros, tal vez más de un cuarto de milla de donde se perdieron”, señaló. El gobernador recorrió áreas inundadas de tres condados. Más de 350 personas están viviendo temporalmente en refugios debido a las afectaciones causadas por las lluvias en todo el estado, dijo.

Rescatistas locales y federales distribuyeron agua a las personas necesitadas en la ciudad de Jackson, donde la crecida de las aguas dejó una espesa capa de lodo mientras ominosas nubes presagiaban más lluvias.

El nivel del agua en North Fork, el tramo del río Kentucky a la altura de la localidad de Whitesburg, rompió su récord en apenas unas horas, alcanzando los siete metros. El Servicio Meteorológico Nacional alertó el domingo sobre la posibilidad de inundaciones en una franja de Estados Unidos, incluido el centro y el este de Kentucky.

“La amenaza de inundaciones repentinas aumentará a lo largo del día a medida que se desarrollen fuertes lluvias y tormentas eléctricas”, anunció en Twitter.

Con Información de AFP.