Astrónomos captaron una señal de radio de hidrógeno atómico en una galaxia lejana ubicada a 8.800 millones de años luz, la detección por telescopio más alejada de la que se tenga registro hasta ahora.
El nuevo récord de distancia se le atribuye a un telescopio indio, el Radiotelescopio Gigante de Ondas Métricas (GMRT por sus siglas en inglés).
El hidrógeno es el combustible básico y necesario para la formación de estrellas en una galaxia. Por lo tanto, para comprender la evolución de las galaxias a lo largo del tiempo cósmico, es necesario hacer un rastreo de la evolución del gas neutro en distintas épocas.
Puntualmente, el hidrógeno atómico emite ondas de radio de 21 cm de longitud de onda, detectables con radiotelescopios de baja frecuencia, como el GMRT. Esta emisión de 21 cm es un rastro directo del contenido de gas atómico tanto en galaxias cercana como lejanas.
El reciente hallazgo e la señal de radio tiene importancia para la astronomía, pues los registros futuros a través de radiotelescopios más potentes resultará elemental para que científicos comprendan mejor los orígenes del universo y cómo se formaron los primeros astros.
Una señal amplificada
No obstante, esta señal de radio es extremadamente débil, por lo que detectar una emisión de una galaxia lejana es casi imposible para los telescopios actuales. Hasta ahora, la galaxia más lejana detectada utilizando la emisión de 21 cm había revelado una ubicación de 4.100 millones de años.
De esta forma, al analizar el nuevo registro con los datos del GMRT, Arnab Chakraborty, investigador posdoctoral del Departamento de Física del Instituto Espacial Trottier de la Universidad McGill, y Nirupam Roy, profesor asociado del Departamento de Física del Instituto Indio de Ciencias, observaron que la señal de radio de hidrógeno procedente de la galaxia en cuestión revela que el tiempo de retrospección de esta fuente es de más del doble; es decir, 8.800 millones de años.
Lo anterior significa que la señal de radio detectada fue emitida cuando el universo apenas tenía una tercera parte de su edad actual.
Este registro fue posible gracias a un fenómeno denominado lente gravitacional, en el que la luz emitida por la fuente sufre una desviación debido a la presencia de otro cuerpo masivo, como una galaxia elíptica entre la galaxia objetivo y el observador, lo que produce una “amplificación de la señal”.
Un mundo del tamaño de la Tierra, el hallazgo del telescopio James Web
Las observaciones del telescopio espacial James Webb de la Nasa (Esa/Csa) han servido por primera vez para confirmar la presencia de un planeta fuera del Sistema Solar.
Formalmente clasificado como LHS 475 b, el planeta tiene casi exactamente el mismo tamaño que el del planeta que habitan los humanos, con un 99 % del diámetro de la Tierra. Se encuentra relativamente cerca, a solo 41 años-luz de distancia, en la constelación de Octans.
El equipo descubridor está dirigido por investigadores del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en Laurel (Maryland), Kevin Stevenson y Jacob Lustig-Yaeger. El equipo decidió observar este objetivo con el Webb tras revisar cuidadosamente los datos del satélite TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) de la Nasa, que apuntaban a la existencia del planeta.
El espectrógrafo de infrarrojo cercano (NIRSpec) del Webb captó el planeta con facilidad y claridad con solo dos observaciones de tránsito. “No hay duda de que el planeta está ahí. Los datos prístinos de Webb lo validan”, afirmó Lustig-Yaeger.
“El hecho de que además sea un planeta pequeño y rocoso es impresionante para el observatorio”, añadió Stevenson en un comunicado.
“Estos primeros resultados observacionales de un planeta rocoso del tamaño de la Tierra abren la puerta a muchas posibilidades futuras para estudiar las atmósferas de los planetas rocosos con Webb”, coincidió Mark Clampin, director de la División de Astrofísica de la sede central de la Nasa en Washington.
“Webb nos está acercando cada vez más a una nueva comprensión de los mundos similares a la Tierra fuera del sistema solar, y la misión no ha hecho más que empezar”, expresaron.
Entre todos los telescopios en funcionamiento, solo Webb es capaz de caracterizar las atmósferas de exoplanetas del tamaño de la Tierra. El equipo intentó evaluar qué hay en la atmósfera del planeta analizando su espectro de transmisión. Aunque los datos muestran que se trata de un planeta terrestre del tamaño de la Tierra, aún no saben si tiene atmósfera.
*Con información de Deutsche Welle (DW) y Europa Press