Los científicos desarrollaron estructuras similares al embrión humano —sin esperma ni óvulos—, una nueva esperanza para la investigación sobre abortos espontáneos y malformaciones congénitas que, sin embargo, plantea cuestiones éticas.
Un grupo de investigadores publicó el miércoles sus trabajos en la revista científica Nature, describiendo cómo procedió para crear una estructura similar a un embrión a partir de células madre embrionarias humanas.
Los científicos catalogaron estos trabajos como un avance “impresionante” que podría permitir descubrir los secretos de los primeros días del embarazo, cuando los abortos espontáneos son más frecuentes.
Estos resultados siguen impulsando el debate sobre normas éticas más claras para el desarrollo de modelos embrionarios humanos en laboratorio.
El grupo de investigadores, liderado por el palestino Jacob Hanna del Instituto de Ciencias Weizmann en Israel, produjo modelos de embriones humanos de 14 días, límite legal para este tipo de investigación en muchos países, ya que representa el momento en el que órganos como el cerebro comienzan a desarrollarse.
Los investigadores aseguraron que sus trabajos diferían de los anteriores sobre el tema porque utilizan células modificadas químicamente en lugar de genéticamente y porque sus modelos, con vesícula vitelina y cavidad amniótica, se asemejan más a embriones humanos.
Estas similitudes pueden hacer que dichos modelos sean más eficaces para la investigación de abortos, malformaciones genitales e infertilidad, detalló James Briscoe, del Instituto Francis Crick de Londres.
La estructura creada “parece presentar todos los diferentes tipos de células que forman los tejidos en esta etapa temprana del desarrollo”, insistió.
Los investigadores detrás del estudio y otros científicos destacan que las estructuras creadas no deben considerarse embriones humanos.
Se “parecen mucho, pero no son idénticos” a los embriones humanos, subraya el estudio, agregando que “un marco reglamentario sólido es más necesario que nunca”.
Riñones similares a los de los humanos
Científicos chinos lograron generar riñones con células humanas en embriones de cerdo, una primicia mundial que algún día podría ayudar a paliar la escasez de donación de órganos.
Investigadores del Instituto de Biomedicina y Salud de Guangzhou, en China, han logrado crear embriones quiméricos que contienen una combinación de células humanas y porcinas. Cuando se transfirieron a madres sustitutas porcinas, los riñones humanizados en desarrollo presentaban una estructura y formación de túbulos normales al cabo de 28 días.
Es la primera vez que los científicos logran cultivar un órgano sólido humanizado dentro de otra especie, aunque estudios anteriores habían utilizado métodos similares para generar tejidos humanos como sangre o músculo esquelético en cerdos, según publican en la revista Cell Stem Cell.
Los investigadores se centraron en los riñones porque son uno de los primeros órganos en desarrollarse y también son el órgano más trasplantado en medicina humana.
“Los órganos de rata se han producido en ratones, y los de ratón en ratas, pero los intentos anteriores de cultivar órganos humanos en cerdos no han tenido éxito, recuerda Liangxue, autor principal, de los Institutos de Biomedicina y Salud de Guangzhou, Academia China de Ciencias y la Universidad de Wuyi. Nuestro método mejora la integración de células humanas en tejidos receptores y nos permite cultivar órganos humanos en cerdos”.
Integrar células madre humanas en embriones porcinos ha sido un reto porque las células porcinas superan a las humanas y las células porcinas y humanas tienen necesidades fisiológicas diferentes.
“Hemos estado trabajando en mecanismos para superar la eficiencia extremadamente baja en la quimera interespecies, explica el autor principal, Guangjin Pan, de los Institutos de Biomedicina y Salud de Guangzhou. Identificamos un par de factores críticos que potencian la formación de quimeras interespecíficas al facilitar la competencia celular”.
La técnica del equipo depende de tres componentes clave. En primer lugar, crearon un nicho dentro del embrión porcino para que las células humanas no tuvieran que competir con las porcinas mediante el uso de CRISPR para manipular genéticamente un embrión porcino unicelular, de modo que le faltaran dos genes necesarios para el desarrollo renal.
*Con información de AFP y Europa Press.