La historia de Martin Richardson es increíble y misteriosa, así es catalogada por varios medios en el mundo que han narrado lo que le sucedió en el Mar Rojo, cuando fue atacado por un tiburón mientras nadaba.
Fue en el canal de National Geographic, en un especial de SharkFest que Martin contó su historia, se trata de una película en la que algunos sobrevivientes cuentan su anécdota de cómo de cara a la muerte encontraron un final milagroso.
En el caso de Martin, el milagroso final podría ser un aliado poco probable para los tiburones: Los delfines. El británico aseguró que justo cuando creyó estar muerto, una manada de delfines lo rescató cuando fue atacado por el tiburón.
Según el Daily Star, Richardson se encontraba en Egipto visitando a un amigo instructor de buceo, ambos decidieron disfrutar del mar en un día de sol, En su camino de regreso, vieron tres delfines y Martin saltó para nadar con los animales, algo común en algunos lugares e incluso en parques de diversiones.
Sin embargo, en cuestión de segundos sintió el ataque voraz de un tiburón: “Tan pronto como te golpean así en el agua, sabes exactamente lo que es”, dice. “Estaba gritando ‘tiburón’ a todo pulmón“. El tiburón lo desgarró cinco veces mientras intentaba defenderse, desgarrándole el pecho y la espalda.
“El tiburón salió de debajo. Cuando me golpeó, le di un puño tan fuerte como pude, había mucha sangre. Sabía que me estaba dando vueltas. Estaba esperando el frenesí de alimentación. Acepté morir”.
Según narra el británico, su amigo tomó el bote y fue corriendo por ayuda, sin embargo, vio que quienes le ayudaron a alejar al tiburón de su lado fueron los mismos delfines con los que quería jugar poco antes del ataque.
Los delfines con los que acababa de pasar tiempo rodearon a Martin, impidieron que el tiburón asestara el golpe mortal y lo ahuyentaron. “Me estoy acercando a los últimos metros y todo se vuelve muy silencioso, luego dos aletas se disparan detrás del hombro izquierdo de Martin. El ataque se había detenido en seco”, dijo el amigo quien presenció lo sucedido.
“Apostaría mi vida a que fueran aletas de delfín. Los delfines con los que nos detuvimos para interactuar intervinieron y detuvieron el ataque contra él”, según narra el Daily Star.
Harry arrastró a Martin al bote y lo llevó de regreso a tierra. Tres cirujanos tardaron cuatro horas en curarlo. Sus heridas incluyeron un pulmón perforado, laceraciones profundas en la espalda y el pecho y una costilla rota, lo que significa que necesitó más de 300 puntos.
Según cuenta el sobreviviente, cuando salió del hospital lo primero que hizo fue preguntarle a su amigo si fue real lo que ambos presenciaron, refiriéndose a los delfines, “Harry me miró a los ojos y me dijo: ‘Vi un delfín a un metro de ti y otro en las inmediaciones’. “Creo que el tiburón no terminó el trabajo porque los delfines lo detuvieron. No había razón para que el tiburón se detuviera. Ya había tomado cinco mordiscos de mi cuerpo. Creo firmemente que los delfines me salvaron la vida”, dijo el sobreviviente.
El programa también presenta a otro británico, el nadador de resistencia Adam Walker, quien tuvo su encuentro cercano cuando intentaba nadar 16 millas a través del Estrecho de Cook en Nueva Zelanda. El hombre de Nottingham estaba desconcertado cuando se encontró rodeado por una manada de delfines, pero luego notó que un tiburón de 6 pies acechaba debajo de él.
“Este tiburón en particular me siguió durante un período de tiempo. Los delfines me flanqueaban a un lado. Uno me rodeaba, el otro estaba frente a mí, aseguró el hombre mientras narra el caso para National Geographic.
“Recuerdo mirar hacia abajo después de media hora y no podía ver al tiburón y pensé, ‘Gracias delfines por su apoyo’. Me sentí bien protegido. En ese momento, desaparecieron para siempre”.