Medios, gobiernos, la Unión Europea y organizaciones defensoras de derechos humanos expresaron su indignación este lunes por el espionaje mundial a activistas, periodistas y políticos a través del programa informático Pegasus, de la empresa israelí NSO Group.

Ciber seguridad y hackers. | Foto: Sora Shimazaki from Pexels

Instalado en un teléfono móvil, este programa permite recuperar los mensajes de texto, fotografías, contactos e incluso escuchar las conversaciones de su propietario.

Esta investigación periodística, publicada el domingo por 17 medios internacionales, refuerza las sospechas sobre esta empresa israelí y se basa en una lista obtenida por el colectivo de periodistas France Forbidden Stories (“historias prohibidas”) y la oenegé Amnistía Internacional. En ella aparecen 50.000 números de teléfono seleccionados por clientes de NSO desde 2016 para un posible espionaje.

La lista incluye los números de 180 periodistas, 600 políticos, 85 militantes defensores de los derechos humanos o 65 empresarios, según la investigación realizada por el diario francés Le Monde, el británico The Guardian, el estadounidense The Washington Post y los medios mexicanos Proceso y Aristegui Noticias, entre otros.

Estos medios localizaron buena parte de los números espiados en Marruecos, Arabia Saudita y México. No hablamos solo de algunos Estados delincuentes, sino del uso masivo de un programa de espionaje por al menos veinte países”, explicó este lunes la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, en declaraciones a la BBC.

“Se trata de un ataque mayor contra el periodismo crítico”, aseguró.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que este escándalo “tiene que comprobarse, pero si ese fuera el caso, es completamente inaceptable”.

“La libertad de prensa es uno de los valores fundamentales de la Unión Europea”, añadió Von der Leyen sobre un escándalo que afecta presuntamente a países comunitarios, como Hungría.

Gabriel Attal, portavoz del gobierno francés, también denunció que “se trata de unos hechos muy chocantes y que, si se comprueba que son ciertos, resultan extremamente graves”.

Kashoggi y el mexicano Cecilio Pineda, entre los afectados

NSO, creada en 2011, ha recibido múltiples acusaciones de colaborar con regímenes autoritarios, sobre todo desde que en 2016 Ahmed Mansoor, un opositor de Emiratos Árabes Unidos, alertó sobre este tipo de prácticas. No obstante, la empresa israelí siempre negó estas acusaciones y esta vez reaccionó asegurando que se trata de “suposiciones erróneas y teorías no corroboradas”.

El medio digital francés Mediapart y el semanario de investigación Le Canard Enchaîné presentaron una denuncia en París, después de que se conociera que varios de sus periodistas fueron espiados por los servicios secretos marroquíes a través de Pegasus.

Entre los números de periodistas afectados, se encuentra el del mexicano Cecilio Pineda Birto, abatido pocas semanas después de haber sido inscrito en este documento. También integran esta lista corresponsales de grandes medios internacionales, como Wall Street Journal, CNN, France 24, El País y la AFP.

Otros números pertenecían a mujeres del entorno del periodista saudita Jamal Khashoggi, asesinado en 2018 en el consulado de su país en Estambul por un comando formado por agentes procedentes de Arabia Saudita.

Marruecos niega su implicación

En la lista también aparecen números de políticos, entre ellos dos jefes de gobierno europeos, cuyos nombres se anunciarán en los próximos días, según los periodistas que revelaron el caso. Marruecos, uno de los países que presuntamente más utilizó Pegasus según esta investigación, negó categóricamente este lunes el uso por parte de sus servicios de seguridad del software israelí. El gobierno marroquí calificó de “falsas” estas informaciones que apuntan que sus servicios de seguridad “se infiltraron en los teléfonos de varias personalidades públicas nacionales y extranjeras y de responsables de organizaciones internacionales a través de un software”.

El ejecutivo húngaro también negó cualquier implicación, después de que Hungría fuera el único país de la Unión Europea salpicado por la reciente revelación periodística. Los periodistas del “proyecto Pegasus” localizaron una parte de los poseedores de estos números y recuperaron 67 de estos teléfonos, cuyo pirateo con el programa de NSO Group fue confirmado a través de un estudio técnico en un laboratorio de Amnistía Internacional.

Antes de NSO, otras empresas israelíes, como Candiru, fueron acusadas de proveer programas de espionaje a gobiernos que vulneran los derechos humanos.

Con información de AFP