Un hecho de intolerancia se vivió en la playa Hollywood de Miami, Florida, cuando un ciudadano cubano fue agredido por cuatro personas, cuyas identidades todavía no han podido ser conocidas.
Según relatos de testigos y de su esposa, Mayra Nodarse, todo se dio porque su marido le reclamó a los agresores por colarse en la fila para ingresar al servicio de baño que presta la playa. Al parecer, sin mediar palabra, las cuatro personas se abalanzaron sobre el señor de la tercera edad a propinarle una paliza.
“Mi esposo fue atacado solamente por cuestiones de un baño y varias personas le cayeron arriba y lo dejaron así inconsciente lo dejaron en el piso, y así en el piso le siguieron pegando, tenía mucho miedo porque pensé que me lo habían matado”, dijo consternada la mujer a Noticias Telemundo.
El hecho ocurrió el pasado 19 de junio y desde ese día se está tratando de dar con los responsables de este hecho que tiene consternada a la población de Broward. Hasta el momento no hay detenciones por parte de las autoridades.
Más casos de intolerancia contra la población latina en Florida
¡Maldita hispana!”, escuchó Paula Corva antes de caer al piso. En un abrir y cerrar de ojos, la colombiana de 15 años tenía en el cuello la pierna de una de sus compañeras de escuela, otras dos afroamericanas participaron de la golpiza.
Una le inmovilizó del tronco para abajo, mientras la otra la golpeaba por todo el cuerpo con puños y patadas. La violenta escena se vivió en el comedor de la escuela Countryside High School, ubicada en Clearwater, Florida, el pasado 10 de marzo. Los otros alumnos solo atinaron a sacar sus celulares y grabar. La joven comprendió en ese instante la pesadilla que representa ser víctima de bullying.
Es carismática y su belleza latina resalta en los pasillos de la institución. Rápidamente ganó amigos. Ve clases con jóvenes de 15 a 17 años y, por ejemplo, en la de inglés se encontró con el grupo de afrodescendientes que la atacó, ellas cursan los últimos grados. SEMANA trató de comunicarse en repetidas ocasiones con voceros de la escuela, pero no fue posible encontrar respuestas.
El caso de Paula no es el primero, antes de empezar la pandemia, Nicholas Valderrama, de 11 años, fue brutalmente golpeado por 21 niños afros, en Florida, que lo insultaban por ser blanco e hijo de una colombiana, Beatriz Moncayo, quién 20 años atrás llegó a ese país. Este tipo de agresiones no son cuestión de un juego de niños. Los traumas que se generan son, en muchas oportunidades, imborrables.
La psiquiatra asegura que es necesario corregir a los agresores, pero más importante es brindarles atención para determinar qué problemas pueden estar afrontando en su hogar o entorno social y frenar una bola de nieve.
A menudo se conocen casos de niños que, por cuenta del bullying, deciden quitarse la vida, como la dramática historia de Drayke Hardman, el pequeño de 12 años que tomó esta determinación tras sufrir durante un año ‘matoneo’ por parte de un compañero de estudio en Utah, Estados Unidos.