Hace algunos días ocurrió un hecho repudiable en España. Un sindicato informó que los trabajadores de un call center tuvieron que trabajar por más de una hora con el cuerpo de una compañera que falleció en su puesto de trabajo. El hecho ha desatado polémica y le ha dado la vuelta al mundo.
El suceso en cuestión ocurrió el 13 de junio en las instalaciones de Konecta, con la calle San Romualdo del barrio Canillejas en Madrid. Esa empresa ofrece servicios de call center para Iberdrola, pero quedó marcado su nombre por la muerte de una empleada en el puesto de trabajo. Según lo informado por el sindicato Confederación General del Trabajo (CGT), la funcionaria Inmaculada se desplomó a causa de un infarto.
Los compañeros acudieron a socorrerla mientras pidieron auxilio al servicio de emergencia. Sin embargo, cuando estos llegaron lo único que hicieron fue declararla fallecida y tapar el cuerpo con una manta, para luego marcharse. Acto seguido, las personas que presenciaron el hecho afirmaron que la compañía les ofreció trabajar desde casa o cambiar su puesto de trabajo a otra planta durante ese día.
El sindicato indicó que el deceso se dio en una jornada habitual, con todos los empleados trabajando como de costumbre. No obstante, cuando Inmaculada falleció, los funcionaros afirmaron que fueron obligados a seguir trabajando como si nada. “¿Estáis cogiendo llamadas?”, preguntó el sindicato a uno de los empleados, quien les respondió: “Sí, nos dicen que sigamos cogiendo llamadas”.
Los funcionaron señalaron que permanecieron al menos tres horas trabajando con el cuerpo tapado de su compañera, mientras las autoridades arribaban para tomar cartas en el asunto. Por su parte, el sindicato señaló su indignación al indicar lo siguiente: “¿Y la vida? ¿Hay algo más esencial que la vida? La respuesta parece clara pero los hechos no indican eso”.
Del mismo modo, informó que los funcionarios solicitaron que se parara el trabajo de ese día, pero solo recibieron la respuesta que el call center cumple una función esencial que no puede parar. Además, en redes sociales empezaron a viralizarse las presuntas conversaciones de WhatsApp de los empleados durante la situación, sin entender bien lo que estaba pasando y las razones para seguir operando como si nada hubiese pasado.
Hubo funcionarios que continuaron trabajando, pero la mayoría estuvo en shock por mucho tiempo, viendo de cerca el cuerpo de Inmaculada, tapada con la manta y quien había fallecido hace horas. Una persona delegada del sindicato acudió a la sede de Konecta para presenciar la situación, pero los agentes policiales le negaron la entrada.
Finalmente, tres horas después llegó el cuerpo de Prevención de Riesgos Laborales de la compañía para dar la orden de parar el servicio de los teleoperadores para hacer el levantamiento del cuerpo y dejarles a las autoridades investigar sobre lo ocurrido. El hecho permitió que los trabajadores le contaran al sindicato sobre las condiciones del trabajo, las cuales estarían vulnerando sus derechos, a tal punto que solo pueden descansar diez segundos entre las llamadas con pausas de cinco minutos cada hora.
Frente a estas afirmaciones, Konecta afirmó que la situación no ocurrió de ese modo. Por un lado, indicó que efectivamente se les dio la posibilidad de irse a sus hogares a trabajar, cambiarse de puesto o tomarse el día. Del mismo modo, afirmó que no se le obligó a nadie a seguir trabajando como si nada, tal y como expuso el sindicato. Sumado a ello, indicó que se pusieron en marcha los respectivos protocolos para esas situaciones y el trabajo se reanudó una semana después.
El hecho se encuentra en manos de las autoridades, quienes han realizado las investigaciones correspondientes para dar con la versión verdadera del fallecimiento de Inmaculada. Por su parte, sus compañeros decoraron su cubículo con un altar para recordarla, el cual tiene flores, mensajes y fotografías de ella.