El medio de comunicación norteamericano Bloomberg, publicó en las últimas horas un artículo sobre un informe que demuestra que Las tasas de deforestación cayeron en Brasil y Colombia el año pasado después de que los líderes de ambas naciones intensificaran los esfuerzos en salvaguardar la Amazonía.
Los jefes de estado promovieron el discurso de protección de la selva amazónica “compensando picos agudos en otras regiones y produciendo un modesta caída en la pérdida mundial de bosques tropicales a partir de 2022″, según el informe.
“Brasil redujo la pérdida de bosques primarios en un 36% en 2023 respecto al año anterior y vio alcanzar las tasas de deforestación sus niveles más bajos desde 2015, según datos publicado el jueves por la Universidad de Maryland y el Instituto de Recursos Mundiales.
Según el informe publicado citado Bloomberg, las reducciones se debieron a los cambios de liderazgo político que resultó en un énfasis renovado en la protección del medio ambiente en ambas naciones.
Desde que regresó al poder Luiz Inácio Lula da Silva ha presionado para revertir los aumentos que se produjeron bajo el gobierno de Jair Bolsonaro, como parte de sus esfuerzos por posicionar a su nación como líder en la lucha global contra el cambio climático, cita Bloomberg.
“Mientras tanto, Gustavo Petro de Colombia ha adoptado algunas de las medidas de conservación más estrictas de América del Sur. La tasa de deforestación se reduce a la mitad bajo el gobierno de Petro. La pérdida de bosques primarios cayó un 49% en 2023″, dice el informe.
El año pasado las regiones tropicales perdieron 3,7 millones de hectáreas de bosques primarios, una superficie casi equivalente a la de Bután, según datos publicados por el World Resources Institute (WRI) en colaboración con la Universidad de Maryland.
Este cálculo incluye pérdidas por razones diversas (deforestación a causa de la agricultura, explotación forestal, destrucción accidental, etc.), así como incendios. Sin embargo, esto representa una disminución del 9% en comparación con el año anterior, con una notable mejora en Brasil y Colombia, que sin embargo fue parcialmente compensada por aumentos de deforestación en otros países.
“Las fuertes caídas en la Amazonia brasileña y Colombia demuestra que el progreso es posible, pero La creciente pérdida de bosques en otras áreas ha causado en gran medida contrarrestó ese progreso”, Mikaela Weisse, director de Global Forest Watch del WRI, dijo en una declaración.
Las pérdidas siguen siendo “obstinadamente altas”, casi idénticas a las de 2019 y 2021, lamentan los autores del informe.
Eso representa el envío del equivalente a 2.400 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, es decir cerca de la mitad de las emisiones anuales de Estados Unidos a causa de las energías fósiles, según el WRI.
El informe se centra en los bosques tropicales, los más propensos a la deforestación deliberada pero también los más importantes en términos de biodiversidad y su capacidad para absorber carbono. “El mundo dio dos pasos adelante y dos pasos atrás el año pasado”, comentó Mikaela Weisse, del WRI, durante una presentación a la prensa.
En cuanto a buenas noticias, la reducción de la selva primaria en Brasil cayó un 36% el año pasado, alcanzando su nivel más bajo desde 2015, gracias a las medidas de protección implementadas por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva durante el primer año de su nuevo mandato.
Sin embargo, la tendencia oculta disparidades: la mejora es muy marcada en la Amazonia pero la degradación es clara en el Cerrado, epicentro de la agricultura nacional brasileña.
En Colombia, la reducción de la superficie forestal experimentó una caída del 49%, una tendencia que arrancó tras la elección a la presidencia de Gustavo Petro.
Las mejoras “impresionantes” en estos dos países “subrayan la importancia del liderazgo y los cambios políticos en lo que respecta a la protección de los bosques”, observa Mikaela Weisse.
“Debemos aprender de los países que están frenando con éxito la deforestación o seguiremos perdiendo rápidamente una de nuestras herramientas más efectivas para combatir el cambio climático, proteger la biodiversidad y apoyar la salud y los medios de vida de millones de personas”, aseguró.
Con información de AFP*