El estudio The Lancet Countdown, que se realiza desde 2016, advirtió de los riesgos generados por la quema de combustibles fósiles para la salud física y mental de los seres humanos y aseguró que la crisis climática nos está matando.

En esta séptima edición, los expertos aseguran que en medio del cambio climático, los combustibles fósiles son responsables de al menos el 80 % de los gases de efecto invernadero, sobrecalentando el planeta a niveles inimaginables.

La persistente sobredependencia de los combustibles fósiles está empeorando el cambio climático, lo que repercute peligrosamente en la salud de las personas de todo el mundo. Los datos indican que ningún país está a salvo”, dice el informe.

“Estamos muy lejos del nivel y la velocidad de reducción de emisiones necesarios para ponernos en el camino hacia un mundo de +1,5 °C” de aumento máximo de la temperatura, destacó en un comentario escrito sobre esta síntesis.

“Para mantener vivo este objetivo, los gobiernos deben reforzar sus planes ahora y aplicarlos en los próximos ocho años”, insistió.

El objetivo de “1,5 grados está en reanimación”, dijo por su parte el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, considerando que el planeta se dirige hacia una evolución “catastrófica”. “Diría que tenemos dos o tres años para cambiar la trayectoria”, dijo a la BBC.

En cuanto a la salud, el calor extremo genera enfermedades cardiovasculares y respiratorias, provoca desenlaces negativos en el embarazo, patrones de sueño alterados y problemas de salud mental.

Estos daños se ven con mayor intensidad en los adultos mayores, población donde las muertes aumentaron un 68 % en el periodo comprendido entre 2017 y 2021 en comparación con el 2000-2004.

La crisis climática también incentiva el padecimiento de enfermedades infecciosas. Por ejemplo, el periodo de transmisión de la malaria aumentó un 32 % en América y 14,9 % en África entre 2020 y 2021, reveló el informe.

Esto significa que los últimos compromisos internacionales sobre el clima están “muy lejos” de responder al objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a +1,5 °C, advirtió este miércoles la ONU, a menos de dos semanas de la COP27.

Lejos de limitar el aumento de la temperatura a +1,5 °C o +2 °C, los dos umbrales emblemáticos del tratado, los planes de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de las 193 partes firmantes “podrían poner al mundo en la vía de un calentamiento de +2,5 °C para finales de siglo”, advierte la oficina de Cambio Climático de la ONU en su último resumen de los compromisos recibidos.

En la COP26 celebrada hace un año en Glasgow (Reino Unido), los países se comprometieron a aumentar cada año sus “contribuciones determinadas a nivel nacional” (NDC) en lugar de cada cinco años, como se preveía en el acuerdo firmado en 2015.

Pero el 23 de septiembre, fecha límite para que estas se tengan en cuenta antes de la nueva conferencia ―que se celebrará del 6 al 18 de noviembre en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij―, solo 24 países habían presentado una NDC nueva o reforzada.

Poco tiempo para un “futuro vivible”.

Pero la concentración de metano, un potente gas de efecto invernadero, aumentó hasta llegar a niveles récord en la atmósfera el año pasado, al igual que el CO2 y el óxido de nitrógeno, según anunció el miércoles la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

En un estudio separado sobre las estrategias a largo plazo hacia la “neutralidad de carbono” publicado el miércoles, ONU Clima calcula que las emisiones de los países que han adoptado tales planes podrían disminuir 68 %, si realmente se aplican. Pero advierte enseguida que “muchos” de estos planes son “inciertos” y sin aplicación concreta.

“La COP27 es una oportunidad para que los líderes mundiales revitalicen la lucha contra el cambio climático”, destacó Stiell, haciendo un llamado a “pasar de las negociaciones a la aplicación y avanzar hacia las profundas transformaciones que deben producirse en todos los sectores ante la urgencia climática”.

El último informe del panel de los expertos climáticos de la ONU (IPCC), publicado en 2021/22, advirtió sobre el poco tiempo que queda para asegurar un “futuro habitable” para la humanidad.

Pero insistiendo en la necesidad de no bajar los brazos, los científicos destacan que cada fracción de grado de calentamiento evitado cuenta, y piden a los gobiernos que se comprometan más en la reducción de las emisiones.

“El informe sobre las NDC y el del IPCC son útiles recordatorios”, subrayó el miércoles el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Chukri, que presidirá la COP27.

“Es indispensable aumentar las ambiciones y ponerlas en práctica urgentemente para protegernos de impactos climáticos severos, de pérdidas y de daños devastadores”, declaró en un comunicado.

*Con información de AFP