En el mundo de la medicina todavía existen muchos misterios sin resolver y los investigadores cada vez encuentran más y más elementos en el cuerpo humano que lo hacen cada vez más complejo. En ese sentido, los médicos pueden hablar de cientos de episodios extraños que suceden a diario y que sorprenden no solo a los presentes en las salas de atención, sino al mundo entero.
Esta vez el turno fue para un hospital de Fortaleza, una ciudad del estado Ceará en Brasil; allí, los médicos de una sala de parto fueron testigos del nacimiento de un bebé con una anomalía muy curiosa. Según recoge el Journal of Pediatric Surgery Case Reports, un niño nació con una cola de doce centímetros de largo que salía de uno de sus glúteos.
Según el estudio, “las colas humanas son anomalías congénitas raras y describen protuberancias ubicadas alrededor de la línea media de la región lumbosacra cubiertas por piel, que representan un rastro embrionario”, explicaron los investigadores describiendo la forma en que se desarrollan estas anomalías.
Entre tanto, el estudio también agrega que estas anomalías se deben frecuentemente a un “disrafismo espinal oculto”, lo que el portal Pediatría Integral describe como una “patología caracterizada por la fusión incompleta del tubo neural”, entendiendo por tubo neural la unión del cerebro con la médula espinal en sus estructuras embrionarias.
Así, este diagnóstico se da por una malformación entre estos dos últimos órganos mencionados mientras el bebé se desarrolla dentro del vientre de su madre.
Para los investigadores del caso, hay dos tipos de “colas humanas”, las que son reales y un segundo grupo denominado “pseudocolas”; entre las primeras explica que se desarrollan entre la cuarta y octava semana de gestación, pero tienden a ser casos muy raros, aunque pueden tener una conexión con el sistema nervioso. Afirman que solamente se han registrado 40 de ellas en documentos médicos.
Por otro lado, las pseudocolas solamente estarían compuestas por tejido adiposo y cartilaginoso, aunque algunas veces pueden presentar también “elementos óseos”.
En el caso de este bebé brasileño, los médicos pudieron detectar que la cola no tenía una conexión nerviosa. A través de ecografías incluso se pudo encontrar que no había afectación neurológica, por lo que se pudo proceder a un procedimiento quirúrgico.
“La exéresis quirúrgica del apéndice se realizó sin complicaciones. El informe anatomopatológico reveló una estructura apendicular recubierta por piel con inserciones, mostrando un eje con tejido adiposo, muscular y conectivo neural, además de grandes ramas vasculares y ausencia de tejido óseo o cartilaginoso, clasificada como verdadera cola humana”, fueron las conclusiones de los médicos luego de la intervención.
Según el diagnóstico principal, el bebé tenía un “apéndice fibroelástico redondeado de aproximadamente 4 cm en su diámetro mayor, sostenido por un cordón fibroso de 12 cm en la región lumbosacra paravertebral izquierda”, fue la descripción de la cola que emergía del recién nacido, curiosamente con una pequeña pelota al final del cordón.
La descripción del caso tenía un apartado en el que describían cuáles habían sido los comportamientos de la madre en medio del embarazo y, según encontraron, la mujer había sufrido de una infección urinaria dentro del primer trimestre de gestación. Sin embargo, este fue tratado a tiempo.
Se agregó que la progenitora no había consumido bebidas alcohólicas ni tampoco algún tipo de droga ilícita que pudiera afectar el desarrollo del bebé, empero, sí fumaba al menos unos diez cigarrillos por día.