Una de las mayores pruebas a las que se someten los matrimonios es a la frase “juntos hasta que la muerte nos separe”. Este compromiso es uno de los más difíciles de cumplir, así la pareja trabaje constantemente para vivir en armonía, ya que muchas veces actos de infidelidad, celos y violencia son justificables para que se dé por terminada la unión por el bien físico y mental de una o las dos partes.
Los matrimonios en la actualidad son muy cuestionados debido a la manera en que se han planteado. Las nuevas generaciones han debatido desde los votos matrimoniales hasta la forma en que se festeja este sacramento, por lo que, paulatinamente, las juventudes están optando por no casarse y emplear sus energías y recursos para sí mismos.
Aun así, los adultos mayores han tenido clara la idea del matrimonio desde que eran pequeños, así como la importancia de cumplir con lo que se promete a pesar de las adversidades. No obstante, la muerte llega en cualquier momento, pero a veces de manera malintencionada como fue el caso de los japonenes Fujiwara y Teruko Hiroshi.
La paciencia tiene su límite
Durante más de 40 años, Fujiwara tomó la decisión de cuidar de su eposa, Teruko, quien estaba en silla de ruedas ya que presentaba problemas para caminar y no podía realizar actividades sin compañía.
No obstante, el anciano de más de 80 años no soportó más la situación y en un acto impulsivo arrojó a la mujer de 79 años al mar desde un muelle, donde falleció de manera inmediata.
El hombre le contó al hijo lo que había hecho y este no dudó en llamar a la Policía. De acuerdo con el medio NHK News, el cuerpo que se encontraba flotando cerca de la playa fue encontrado por un pescador que dio aviso a las autoridades. El hecho ocurrió en noviembre de 2022.
¿Hubo alguna sentencia para el hombre?
A pesar de su avanzada edad, el juez Kiyama Noburo declaró que el motivo del hombre fue “egoísta”, agregando que “no puede ser considerado como un caso típico de fatiga del cuidado”, debido a que el anciano rechazó todo tipo de ayuda como internarla en lugar para ancianos. No obstante, el hombre se negó a dejarla en uno de esos lugares, ya que consideraba que era responsabilidad de él hacerse cargo de su esposa.
Tanto la parte acusatoria como el juez consideraban que una larga condena en la cárcel no marcaría la diferencia por lo que, a pesar de que los demandantes exigían 7 años de prisión para el hombre, la justicia japonesa sentenció recientemente al anciano a 3 años de prisión.
Fujiwara, de quien se conoce que reside en Oiso, cerca de Tokio, la capital imperial, aceptó su condena sin objeciones y no volverá a las calles hasta 2026.
Un caso similar se presentó en Argentina
Según medios locales, en junio de 2022 un hombre de 79 años mató a su esposa de 78 quien sufría de alzhéimer en estado muy avanzado.
El crimen se dio en la localidad de Guaymallén, en Mendoza, en donde el cuerpo de la mujer fue encontrado con lesiones de armas cortopunzantes en el cuello. Asimismo, se conoció que el hombre intentó suicidarse, pero las autoridades lo descubrieron semiinconsciente. Este crimen fue denunciado por el nieto de los ancianos.
Nueve meses después del escandaloso suceso, en marzo de 2023 se le sentenció al hombre a 25 años de prisión, quien se encontraba imputado por “homicidio agravado por el vínculo” con “circunstancias extraordinarias de atenuación”. Dada su avanzada edad, el hombre se encuentra pagando su condena desde su hogar.