Una insólita historia se conoció en Perú, donde la intensa búsqueda de una mujer embarazada que, supuestamente, había desaparecido se convirtió en un cúmulo de contradicciones y mentiras que desvirtuaron el caso.

Gabriela Sevilla Torello, de 30 años, apareció en una clínica asegurando que había sido raptada por tres individuos, quienes también la golpearon e intoxicaron. Pero su denuncia resultó aún más escalofriante, la joven afirmó que sus captores habían robado a Martina, su hija recién nacida.

De acuerdo con su versión, ella se encontraba en estado de embarazo y a punto de dar a luz. Para reforzar su declaración, aseveró que venía recibiendo atención en la Clínica Internacional. Sin embargo, la historia dio un giro de telenovela: la policía indagó directamente con el centro de salud y encontró que Gabriela no presentaba tal condición.

“Tengo todos los papeles (del embarazo) en mi casa, tengo pruebas. Quiero pensar que como no terminaron de hacerme los exámenes es que ellos piensan que no hubo embarazo. Me gustaría que me hagan los exámenes completos antes de dar un comunicado de esa manera”, manifestó Gabriela, insistiendo en que sí estaba embarazada.

Los exámenes exigidos por la joven terminaron de aclarar las sospechas. Los resultados fueron contundentes y revelaron que Gabriela no estaba en embarazo. Así lo confirmó el ministro del Interior de Perú, Willy Huerta, en declaraciones a medios de comunicación el pasado viernes 21 de octubre.

“Después de haber sido atendida clínicamente por los médicos del Hospital Militar, no se ha determinado realmente que haya habido embarazo (...). Clínicamente, hasta el momento, ha sido determinado que la señorita no estaba embarazada”, precisó el funcionario.

Los exámenes también evidenciaron que Gabriela Sevilla no presentaba señales de haber sido maltratada o intoxicada, contradiciendo su versión original y exponiendo la falsedad de su historia.

Vale mencionar que, en Perú, fingir un embarazo se configura como una acción penalizada con cárcel. La mujer que comenta esta falta se expone a una medida privativa de la libertad de entre uno y cinco años.

El miércoles 19 de octubre, día de la supuesta desaparición, se dijo que Gabriela estaba a punto de iniciar labores de parto y había abordado un transporte para dirigirse a la clínica. Sin embargo, nunca llegó a su destino y las alarmas en Perú comenzaron a sonar.

La búsqueda fue implacable, pues se trataba de una mujer embarazada. La conmoción fue general en el país y los principales medios de comunicación contribuyeron a lo que se convirtió en una búsqueda nacional. El desenlace resultó salido de película, pues no hubo embarazo, secuestro, ni robo del bebé.

Las autoridades notificaron que a Gabriela Sevilla Torello le realizarán una evaluación psicológica para determinar su estado y avanzar en la investigación del caso.

Absurdo: en Perú, con una moneda al aire, se eligió a nuevo alcalde en Ayacucho

Otro hecho insólito que ocurrió recientemente en Perú, y que fue reseñado por la prensa internacional, involucra a un alcalde peruano que terminó elegido no a voluntad del pueblo, sino por el azar del destino.

En el departamento de Ayacucho, un empate entre dos candidatos terminó resolviéndose con el lanzamiento de una moneda al aire. De esa manera se definió el futuro de quienes integran el municipio de Corculla.

La suerte estuvo del lado de Alfredo Baldarrago, del partido Perú Libre, y para él quedó reservado el sillón administrativo en la provincia de Páucar del Sara Sara (sur del país). El 2 de octubre se desarrollaron comicios locales y regionales, cuyos resultados empezaron a conocerse días después y con “sorpresas” como esta.

Tanto Baldarrago como su contrincante Lelis Dávalos, del Movimiento Regional Agua, obtuvieron 83 votos entre los 240 electores que participaron en los comicios. El sorteo tuvo lugar el sábado, pero dada la distancia del poblado (que tiene 445 habitantes), el atípico momento se conoció esta semana en Lima (capital peruana).

Una decisión por “cara o sello”

“Conforme al lanzamiento de la moneda, ha quedado (a vista de todos) en sello, correspondiente al candidato del partido Perú Libre”, dijo un funcionario, según un video divulgado por la Junta Nacional Electoral (JNE). El “desempate” lo hizo en acto público un integrante de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe).

De esta manera, se aplicó lo dispuesto en el artículo 26 de la Ley de elecciones municipales N. 26864, que señala que “en caso de empate, se resuelve por sorteo entre los que hubiesen obtenido igual votación”.

Los comicios a principios de mes tuvieron su foco en la Alcaldía limeña, en cuya ciudad residen aproximadamente 11 millones de personas, cerca de una tercera parte de la población peruana. En la capital, finalmente terminó imponiéndose el ultraderechista Rafael López Aliaga (de Renovación Popular) con casi 1.400.000 votos sobre su rival de izquierda, Daniel Urresti, quien alcanzó 1.326.296.

En las elecciones pasadas, el distrito de Mariscal Castilla, parte del departamento de Junín, también se definió el puesto administrativo bajo esa metodología. Allí, las autoridades electorales lanzaron una moneda que inclinó la balanza hacia Wilson Torres Villar (del partido Perú Libre).