Las torrenciales lluvias que han inundado zonas de la localidad de Chongqing, situada en el centro del país, han dejado al menos 15 personas muertas y otras cuatro desaparecidas, según un balance preliminar de víctimas divulgado este miércoles 5 de julio por las autoridades locales.
Las precipitaciones se tradujeron también en deslizamientos de tierra, afectando a más de 130.000 personas de 19 distritos y condados, informa la agencia oficial de noticias china Xinhua.
El temporal ha provocado daños en más de 7.500 hectáreas de cosechas y el presidente, Xi Jinping, ordenó el envío inmediato de ayuda.
El Gobierno chino ya había advertido de un drástico aumento de las precipitaciones en algunas zonas, que se suma además a una ola de calor que ya en junio se tradujo en una cifra récord.
Son varias semanas las que el gigante asiático lleva resistiendo fenómenos meteorológicos extremos, con las lluvias intensas a olas de calor abrasadoras, cuya frecuencia aumenta debido al calentamiento global.
Para julio y agosto, los meteorólogos prevén que la situación se mantenga, con temperaturas dos grados por encima de la media en esta época del año. Los residentes de la capital, Pekín, y de otras partes de China fueron instados a quedarse dentro de sus casas ante unas temperaturas por encima de los 35 °C.
En el suroeste, las lluvias torrenciales de esta semana “mataron a 15 personas y dejaron otras cuatro desaparecidas” en Chongqing, les dijeron a la AFP las autoridades de esta ciudad de 31 millones de habitantes.
“Las intensas precipitaciones, principalmente en áreas a lo largo del río Yangtsé, provocaron inundaciones y desastres geológicos”, afirmó la agencia de prensa estatal Xinhua.
Mientras tanto, la cadena estatal CCTV publicó el martes imágenes de torrentes de agua turbia que desbordaban los diques y arrastraban escombros en el distrito Wanzhou de Chongqing.
El diario People’s Daily, del Partido Comunista, mostró imágenes el miércoles de los trabajadores de emergencias ayudando a evacuar a los habitantes de edificios residenciales inundados.
La intensidad de las precipitaciones provocó el derrumbe de un puente ferroviario en las afueras de Chongqing que resultó “dañado por el impacto de los torrentes de la montaña”, señaló CCTV.
El Gobierno central envió el miércoles por la mañana a un equipo de trabajo a esta ciudad para supervisar el operativo de socorro.
Máxima prioridad
En la víspera, los servicios meteorológicos habían alertado que China iba a enfrentar “múltiples desastres naturales en julio” como inundaciones, tifones o altas temperaturas.
Ante ello, el presidente Xi Jinping ordenó a “las autoridades a todas las niveles que den máxima prioridad a garantizar la seguridad y las propiedades de la población”, afirmó Xinhua el miércoles.
El Ministerio de Finanzas chino emitió 320 millones de yuanes (44,2 millones de dólares) para reforzar los operativos de emergencia y rescate en las regiones más afectadas.
En la provincia china de Sichuan, vecina de Chongqing, las autoridades dijeron que más de 460.000 personas se vieron afectadas este mes por lluvias torrenciales, informó Xinhua.
Unas 85.000 personas fueron evacuadas de sus hogares debido a la lluvia, afirmaron las autoridades, que esperan “inundaciones repentinas en áreas montañosas y posible corrimiento de tierra” esta semana.
Los científicos alertan que el calentamiento global aumenta la probabilidad y la intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones y canículas experimentadas en semanas recientes en numerosos países asiáticos.
En junio, Pekín superó 14 días una temperatura máxima de 35 ºC, igualando un récord de julio del 2000, según el diario estatal Beijing Evening News. Incluso hubo un día en que la capital alcanzó 41,1 ºC, un récord para un mes de junio desde que se empezaron a tomar registros en 1961.
*Con información de Europa Press y AFP.