Desde hace un año y medio, el rover Perseverance de la Nasa se encuentra explorando la superficie terrestre del planeta rojo, ubicado en la posición número cuatro del Sistema Solar. La premisa principal que lidera esta misión, es la de hallar rastro de vida en Marte y así analizar las muestras que serán traídas durante la próxima década.

Sin embargo, así como se han dado diferentes hallazgos que darían prueba de vida a través de firmas biológicas, también hay datos que contrarrestan la importancia de esto y es que ya son al menos siente toneladas de basura las que se acumulan en el planeta vecino de la Tierra, las cuales corresponden a medio siglo de investigación científica.

Cagri Kilic, investigador Postdoctoral en Robótica de la Universidad de West Virginia, en Estados Unidos, fue el encargado de dar a conocer la estrepitosa cantidad de residuos. Para ello, el científico hizo un análisis de 18 objetos que han sido ideados por los humanos y luego enviados a Marte en 14 misiones, según datos de la Oficina del Espacio Exterior de Naciones Unidas.

Misión espacial encargada de descubrir potenciales de vida en Marte. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images / NASA

Al sumar la masa correspondiente a las naves del espacio exterior que han llegado al planeta rojo, la cifra que se obtiene en total es de 9.979 kilos. No obstante, si se resta la masa equivalente de las exploraciones robóticas que ya no están en curso, el número se reduce a 7.119 kilos de desechos humanos en Marte.

Sumado a esto, cada desecho tiene una clasificación y de acuerdo con el hallazgo, estos provienen principalmente de tres grupos materiales: hardware desechado, naves espaciales inactivas y naves espaciales estrelladas.

Para que una misión en Marte tenga mantenimiento, es necesario que haya un módulo que las proteja. Dicha parte de cuidado y prevención está compuesta por un escudo térmico, el cual es el que actúa al momento en el que la nave comienza a atravesar la atmósfera del planeta, también hay un paracaídas y hardware de aterrizaje para que pueda lograr una llegada suave y sin errores, en la medida de lo posible.

En ese sentido, cada vez que desciende una nave empiezan a desprenderse desechos, los cuales van a parar en la superficie de Marte. Es decir, escudos térmicos y paracaídas, pueden encontrarse en las más recientes exploraciones.

Asimismo, existe la posibilidad de que si el impacto de aterrizaje es fuerte, los elementos de la nave se rompan y esparzan en pequeños objetos. Un claro ejemplo de esto ocurrió con Perseverance, en 2021.

Con el pasar de los años, la acumulación de basura en Marte ha sido un hallazgo que preocupa, pues si bien es cierto que no es un planeta potencialmente habitable, sí existe la esperanza de que en algún momento llegue a serlo.

Uno de los residuos más actuales que ha encontrado el Perseverance, con la ayuda de sus brazos robóticos, fue el pasado 13 de junio de este año, cuando la misión de la Nasa detectó una manta térmica grande y brillante encajada en unas rocas a 2 km de donde aterrizó el rover.

De igual manera, misiones como Curiosity (2012) y Oportunity (2005) también hallaron escombros de sus propios vehículos de aterrizaje.

Las nueve naves espaciales inactivas en la superficie de Marteson: los módulos de aterrizaje Mars 3, Mars 6, Viking 1, Viking 2, el rover Sojourner, Beagle 2, Phoenix, el rover Spirit y la nave espacial desactivada más recientemente, el rover Opportunity, “en su mayoría intactos, es mejor considerarlos reliquias históricas que basura”, de acuerdo con The Conversation.

Aun así, las piezas que complementan a las naves entran a ser otra fuente directa de basura espacial. El análisis indica que del total de exploraciones, por lo menos “dos naves espaciales se han estrellado y otras cuatro han perdido el contacto antes o justo después del aterrizaje”, lo que significa más desechos para Marte.

* Con información de Europa Press.