El departamento de Justicia de Estados Unidos y el FBI abrieron un expediente en el que están investigando el supuesto espionaje a dos periodistas de tecnología por parte de ByteDance, la empresa china propietaria de TikTok.
La indagación, de acuerdo con The New York Times, habría comenzado a finales de 2022 luego de que empleados de la TikTok aseguraran haber espiado a varias personas.
Una de las periodistas que habría sido espiada fue Emily Baker-White, de Forbes. Sus datos, al parecer, habrían sido obtenidos de manera irregular por empleados de ByteDance, que fueron despedidos en diciembre de 2022 luego de que la propia compañía reconociera lo que ocurrió.
Por medio de un comunicado, ByteDance aseguró en diciembre que condenaba “con fuerza” los actos realizados por sus entonces empleados y afirmó que colaboraría con las autoridades para esclarecer lo ocurrido.
De acuerdo con The New York Times, los empleados accedieron a los contactos y la dirección IP de las dos periodistas que habrían sido espiadas. Las autoridades, de acuerdo con el medio, tratan de verificar si tuvieron acceso a documentos y conversaciones privadas.
Tras esta investigación, el panorama para TikTok en Estados Unidos se complica cada vez más. Esta indagación se suma a la solicitud de la administración de Joe Biden a la popular aplicación de separarse de su matriz china para no ser vetada en suelo norteamericano.
El gobierno estadounidense pidió a la casa matriz, ByteDance, vender su participación en la aplicación, so pena de prohibirla en Estados Unidos, según un artículo publicado el miércoles por el diario Wall Street Journal.
“Si el objetivo es proteger la seguridad nacional, hacer llamados a la prohibición o a la enajenación es innecesario, pues ninguna de las opciones resuelve los problemas de la industria del acceso y la transferencia de datos”, dijo un portavoz de TikTok contactado por AFP.
“Seguimos confiados en que el mejor camino para abordar las preocupaciones sobre la seguridad nacional es la protección de los datos y sistemas de los usuarios con base en Estados Unidos, con un monitoreo robusto, investigación y verificación por parte de terceros”, agregó el portavoz.
La presión contra la plataforma de videos cortos aumenta desde hace años en Estados Unidos, donde es percibida como un peligro para la seguridad nacional por varios congresistas al pertenecer a un grupo empresarial chino.
El derribo de un globo chino en febrero, señalado de ser un artefacto espía, hizo que resurgieran los esfuerzos parlamentarios por vetar la aplicación, acusada de darles acceso a Pekín a los datos de los usuarios de todo el mundo, lo que TikTok niega.
De acuerdo con las fuentes del medio estadounidense, el ultimátum de la Casa Blanca viene del Comité para la Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS), una agencia del Gobierno a cargo de evaluar los riesgos de toda inversión extranjera para la seguridad nacional.
El Gobierno y el Tesoro rehusaron confirmar la información, y TikTok no reaccionó de inmediato a la solicitud de información hecha por la AFP.
TikTok, que ha hecho esfuerzos para tranquilizar a los políticos y al público sobre su integridad, contaba con la agencia federal para encontrar un compromiso.
“La forma más rápida y más eficaz de responder a estas inquietudes (...) es que el CFIUS adopte el acuerdo propuesto sobre el cual trabajamos con ellos desde hace cerca de dos años”, afirmó un portavoz de TikTok a finales de febrero.
TikTok, que asegura tener más de 100 millones de usuarios en Estados Unidos, dijo que prohibir la aplicación equivaldría a “amordazar la libertad de expresión” de millones. La aplicación ya supera a YouTube, Twitter, Instagram y Facebook en “tiempo dedicado” por parte de los adultos estadounidenses.
*Con información de AFP