Autoridades de salud de México investigan si la muerte de un niño de tres años está relacionada con la hepatitis de origen desconocido de la que se registran unos 400 casos en el mundo.
Las secretarías de Salud de Hidalgo (centro) y de Ciudad de México confirmaron este jueves la muerte del menor que estaba internado en un hospital de la capital.
“Se está en espera del resultado del panel viral del Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (INDRE) para descartar o confirmar hepatitis aguda grave pediátrica de origen desconocido, por lo que se considera aún como un caso sospechoso”, dijo en un comunicado la Secretaría de Salud de Hidalgo, de donde era originario el niño.
Por la noche, el secretario de Salud de Hidalgo, Alejandro Benítez, dijo a Radio Fórmula que el menor “resultó negativo a todos los resultados de hepatitis viral que se conocen”.
El INDRE, una institución federal y máxima autoridad en materia epidemiológica, no ha dado los resultados de sus estudios.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que sea considerado un “caso probable” de esta hepatitis desconocida, también llamada “aguda”, se tienen que descartar otros tipos de esta enfermedad ya identificados.
México informó el martes que estudiaba la situación de 21 menores con inflamaciones hepáticas para determinar si son comunes o agudas.
La Organización Panamericana de la Salud informó este miércoles que en siete países del continente americano se han reportado 33 casos probables de esta hepatitis aguda, sin que se reportaran fallecimientos o realizaciones de trasplantes.
Estados Unidos informó el pasado viernes que analizaba 109 menores con hepatitis, incluyendo cinco fallecimientos.
El 5 de abril, la OMS recibió el primer reporte de este tipo de hepatitis de Escocia, donde fue detectada a una decena de niños.
Al 15 de mayo, la OMS tenía registrados 429 casos probables de este tipo en 22 países, nueve de ellos en Europa. Ese mismo reporte daba cuenta de seis niños fallecidos a causa de esta enfermedad y 26 que requieren trasplante.
Así puede prevenir el contagio de la peligrosa hepatitis infantil
Las autoridades sanitarias mundiales han prendido recientemente la alarma frente a la expansión de una nueva y rara tipología de hepatitis, que según sus primeras evidencias, afecta particularmente a los menores, razón por la que ha comenzado a acuñar el nombre Hepatitis infantil para referirse a ella, manifestando la preocupación, debido a su rápida expansión, y a que ya se han reportado varios casos de ella en distintos países del mundo.
De acuerdo con el más reciente informe de la OMS, el número de casos de los que se tiene noticia está tendiendo a 400, ubicados en al menos 20 países, aunque aclaran que algunos más se encuentran en estudio; situación en la que podría hacerse evidente que el número de territorios en los que hace presencia es aún mayor.
Sobre esta enfermedad, también se presenta una particularidad, y es que los casos reportados, salvo en el caso del Reino Unido, donde la cifra es mucho mayor, no superan los cinco pacientes por país.
Este virus, fue inicialmente reportado a inicio del mes de abril, teniendo como sus víctimas a un grupo de niños que no superan los cinco años de edad y, según las primeras hipótesis reveladas por los expertos, podría estar asociada al adenovirus, sin descartarse algún lazo con la covid-19.
La gravedad de esta nueva enfermedad, que extiende el número de variantes de hepatitis a 6, despierta especiales alarmas en el escenario científico, en tanto ya han comenzado a registrarse muertes asociadas a la enfermedad, por lo que los científicos han comenzado a extremar los esfuerzos para entender aún más su origen, medio de contagio y desarrollo, con miras a implementar políticas efectivas de prevención que puedan servir para contener la peligrosa extensión de este.
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Los síntomas
Según precisan los expertos, hasta el momento la sintomatología a la que se ha asociado esta enfermedad es a la presencia de ictericia (que traduce una alta concentración de bilirrubina en la sangre), situación va acompañada de dolores abdominales, y vómitos, que han derivado en insuficiencias hepáticas que han sugerido incluso que se estudie la necesidad de trasplantes.
En ese mismo sentido, otros de los signos de la enfermedad descritos por las autoridades sanitarias, son la presencia de náuseas, la coloración oscura de la orina, heces de color claro, y la piel y los ojos se tienden a poner amarillentos.
Sobre su contagio, se ha señalado que puede estar asociado a la adquisición de alguna de las otras variantes de la hepatitis, denunciando que esta tiene la connotación aguda, debido a la rapidez con la que se presenta la inflamación y se comienzan a evidenciar los signos de ella.
Es importante tener en cuenta que en el caso de las variantes A y E, estas están asociadas a ingesta o contacto de comida o agua de personas que ya tienen el virus.
En el caso de la variante B, C y D, el contagio se da por contacto de fluidos; incluida la sangre.
Por lo anterior, y debido a que aún no se tiene una claridad establecida frente al origen real del virus, y por ende de los medios reales de su contagio, las autoridades sanitarias han invitado a los padres y responsables de los menores a extremar las medidas sanitarias, frenando escenarios como los descritos claves en los casos de contagio de las otras enfermedades.
Además, han recordado la importancia de cuidar los alimentos que se suministran a los niños, así como adelantar lavados frecuentes de manos, y cuidado con escenarios donde puedan estar en contacto con fluidos de otras personas.
*Con información de AFP.