Autoridades chilenas, más precisamente carabineros adscritos al cuerpo de inteligencia OS9, le pusieron la lupa a un inesperado hecho ocurrido este lunes 21 de marzo en horas de la madrugada, cuando delincuentes, quienes se hicieron pasar por proveedores, extrajeron, de un recinto militar ubicado en el centro de la ciudad de Santiago, un arsenal de aproximadamente 50 armas.

Según precisaron medios locales de Chile, el escenario del robo es el Instituto de Investigación y Control del Ejército, ubicado en Avenida Pedro Montt 2136, hasta donde los delincuentes llegaron en dos o tres vehículos y, con engaños a la guardia, lograron la sustracción del armamento sin incurrir en actos violentos, lo que despierta aún más la curiosidad de las autoridades.

Tras percatarse del robo, funcionarios les dieron parte a Carabineros y la Fiscalía Militar, autoridades que posteriormente establecieron que fuera el cuerpo especializado OS9, la entidad que se pusiera al frente de las investigaciones.

En ese mismo sentido, desde la institución también se adelantó un reconteo del armamento allí almacenado, con el objetivo de caracterizar e identificar el armamento faltante o sustraído por los delincuentes, quienes, tras cometer el robo, se habrían retirado tranquilamente del lugar.

Por lo anterior, como parte de la investigación, se determinó adelantar minuciosas indagaciones a los funcionarios que se encontraban de guardia, y se adelantan análisis de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad para determinar los movimientos de los delincuentes al interior de la sede de referida institución, así como poder emprender acciones de seguimiento a los responsables.

Según las primeras declaraciones entregadas por voceros de las instituciones de Defensa, el armamento hurtado respondería a armas de corto alcance, que corresponden a varios modelos y calibres.

“Se está efectuando un conteo para poder determinar la cantidad exacta y el tipo de arma y si es que hay alguna sustracción de otra especie”, afirmó el mayor Gorka Verde, miembro del cuerpo de Carabineros, en declaraciones recogidas por distintos medios de Chile.

De igual modo, el policía, quien se encuentra al mando de la 2° Comisaría de Santiago Centro, explicó que el armamento hurtado no corresponde a arsenal fiscal, advirtiendo a su vez que los elementos usados hacen parte de mercancías que son llevadas a ese lugar para su revisión, tras su arribo al país.

“A ese recinto militar llegan todas las armas que ingresan al país, las cuales se registran para después ser entregadas a distintas armerías”, precisó el uniformado, quien aclaró que la operación de robo no tuvo “violencias de por medio, no hay fuerza, no hay un escalamiento, no hubo intimidación”.

En ese sentido, y pese a que el recinto de donde fueron extraídas las armas lleva el nombre de Instituto de Investigación y Control del Ejército, el policía advirtió que “no hubo un ingreso de antisociales a dependencias del Ejército”.

Medios de ese país también destacaron que el lugar de donde fueron robadas las armas es precisamente el mismo sitio desde donde, dos meses atrás, el ahora expresidente Sebastián Piñera había anunciado la promulgación de una nueva ley de armas, advirtiendo que ella significaba “mayor resguardo para estas”.