El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, defendió el miércoles su departamento después de que se hicieran virales unas imágenes que muestran a agentes de inmigración montados a caballo persiguiendo a migrantes haitianos en la frontera con México.
En una de las fotos, tomadas por el fotógrafo de la AFP Paul Ratje el lunes y publicadas repetidamente en medios de Estados Unidos y de todo el mundo, un jinete de la patrulla fronteriza agarra a un hombre por la camisa en el lado estadounidense del Río Grande, la frontera natural entre los dos países, cerca de Del Río, Texas.
En otra, el agente montado retiene a un grupo de personas blandiendo sus riendas en una postura amenazante para obligarles a volver hacia México.
Las imágenes “no reflejan lo que somos como país, ni tampoco lo que es el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos”, dijo Mayorkas ante el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
“He ordenado que se lleve a cabo una investigación de los hechos que se retratan en esas imágenes”, dijo.
El resultado “impulsará las acciones que tomemos, no nos andaremos con rodeos”, dijo, prometiendo un resultado “en días y no semanas”.
Los haitianos, explicó Mayorkas, han sido informados erróneamente que pueden quedarse en Estados Unidos como refugiados bajo el “Estatuto de Protección Temporal” (TPS), debido a la agitación política en Haití y el reciente terremoto que lo devastó.
Mayorkas dijo temer que los haitianos “estén recibiendo la información falsa de que la frontera está abierta o que el estatuto de protección temporal está disponible”.
“Hemos reiterado que nuestras fronteras no están abiertas y que la gente no debería emprender ese peligroso viaje”, agregó. “Si usted entra ilegalmente a Estados Unidos, será devuelto”.
El TPS ha estado disponible durante años para los haitianos que quedaron en Estados Unidos tras el gigantesco terremoto de 2010.
Los críticos dijeron que las imágenes de Del Río evocan vaqueros que intentan arrear ganado o momentos de la historia estadounidense en los que la policía montada a caballo, guardias de prisiones o propietarios de esclavos utilizaban látigos contra los negros.
Estas imágenes se produjeron en un momento en que el departamento de Mayorkas lucha por detener a miles de haitianos y personas de otros países que cruzan la frontera con la esperanza de quedarse en Estados Unidos.
La Patrulla Fronteriza comenzó a deportar a los haitianos a su país por vía aérea durante el fin de semana.
Pero después de que se difundieran las imágenes de los jinetes y los migrantes, miembros del Partido Demócrata del presidente Joe Biden condenaron el trato.
“Insto al presidente Biden (...) a que ponga fin inmediatamente a estas expulsiones”, dijo el líder del Senado estadounidense, Chuck Schumer.
Mientras los migrantes seguían cruzando la frontera el miércoles y miles acampaban bajo un puente en Del Río, Mayorkas dijo que su departamento estaba trabajando para disuadir las llegadas.
“Tenemos un plan para abordar la migración en la frontera sur, lo estamos ejecutando, lleva tiempo y estamos empezando a ver los resultados”, dijo al panel.
Esas imágenes “de maltrato a migrantes haitianos en la frontera son horribles y muy inquietantes”, dijo en un comunicado el demócrata Bennie Thompson, presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
“Es horrible. No tengo todo el contexto, pero no imagino en qué contexto eso sería apropiado”, dijo a la prensa la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Patrullas ecuestres fueron desplegadas el domingo cerca del río Bravo, donde miles de migrantes, en su mayoría haitianos, acampaban con la esperanza de ser autorizados a entrar a Estados Unidos, dijo a periodistas Raúl Ortiz, jefe de la patrulla fronteriza.
“Les pedí que averiguaran si las personas estaban en peligro y que recopilaran información sobre los contrabandistas”, agregó. “Controlar un caballo en un río es difícil”.
Aparentemente algunos agentes utilizaron sus largas riendas para que los migrantes desistieran de cruzar el río Bravo en la frontera de Texas con México.
Situación tensa
Los incidentes se produjeron cuando migrantes se lavaban en el río Grande o cruzaban hacia México para buscar comida y llevársela a su familia, que estaba en el campamento en suelo estadounidense, dijo el fotógrafo Ratje.
De pronto llegaron cinco o seis agentes a caballo y exigieron a la gente regresar a México.
“La situación era de tensión y los migrantes empezaron a correr alrededor de ellos (...) Muchos comenzaron a correr para intentar escapar de los jinetes y uno de los agentes agarró a un hombre de la camisa y lo hizo dar vueltas mientras el caballo trotaba en círculos”, dijo Ratje sobre una de las fotos.
“No creo que estuviera herido”, añadió.
La tensión luego disminuyó y los guardias fronterizos permitieron que los migrantes se unieran al campamento.
Con información AFP