Los partidarios del líder chiita Moqtada Sadr asaltaron este sábado el parlamento iraquí, donde pretenden quedarse hasta nueva orden, tras entrar por segunda vez en pocos días en la ultraprotegida zona verde de Bagdad, profundizándose la crisis política que sacude a Irak desde las elecciones de octubre.

Los manifestantes ondeaban banderas iraquíes e imágenes de Sadr dentro del edificio, mientras que miles de personas protestaban afuera, constató un periodista de la AFP. En el hemiciclo, se paseaban haciendo la señal de victoria y tomándose selfis.

Según un comunicado de la corriente sadrista, los asaltantes realizarán una “sentada” que durará “hasta nueva orden”.

Tirados en la alfombra de los pasillos y apoyados en las columnas, algunos manifestantes mataban el tiempo con sus celulares, mientras que otros se abanicaban con trozos de cartón.

Los simpatizantes de Sadr se congregaron este sábado en el centro de Bagdad para denunciar la candidatura al puesto de primer ministro de Mohamed Chia al Sudani, considerado cercano al exjefe de gobierno Nuri al-Maliki.

Anticipándose a la protesta, las fuerzas del orden cerraron varias carreteras importantes de la capital que conducen a la zona verde, donde se hallan las instituciones gubernamentales y embajadas.

Incluso, se vieron obligados a lanzar gases lacrimógenos y cañones de agua cerca de la zona, pero no impidió a que accedieran a las instalaciones del parlamento.

“Gobierno corrupto”

En los jardines del Parlamento, Sattar al-Aliawi afirmó que protestaba contra “un gobierno corrupto e incapaz”, que estaría formado por opositores de Sadr.

“No queremos a Sudani”, insistió este funcionario, de 47 años. “El pueblo rechaza totalmente a los partidos que gobiernan el país desde hace 18 años; haremos una sentada dentro del Parlamento, dormiremos aquí”, recalcó Aliawi.

El miércoles, miles de manifestantes sadristas asaltaron el distrito y ocuparon brevemente el parlamento para rechazar la candidatura de Sudani, un exministro y exgobernador provincial de 52 años.

Se trata del candidato del Marco de Coordinación, una alianza de facciones chiitas proiraníes que incluye al partido del ex primer ministro Nuri al-Maliki y a representantes de los Hashd al-Shaabi, antiguos paramilitares integrados en las fuerzas regulares.

En junio, 73 diputados de la corriente del líder chiita, el mayor bloque en el Parlamento de Irak entre los 329 legisladores, presentaron su dimisión, una decisión para presionar en la formación de un gobierno, estancado desde las legislativas de 2021.

En un comunicado publicado este sábado, el Marco de Coordinación criticó los “ataques a las instituciones constitucionales” tras las incursiones en el Parlamento.

Asimismo, la coalición llamó a “las masas populares (...) a manifestarse de manera pacífica para defender el Estado y su legitimidad”.

Escalada política

“Seguir con la escalada política aumenta las tensiones en la calle”, lamentó el actual primer ministro Mustafa al-Kazimi, en una nota de prensa.

Al menos, 100 manifestantes y 25 miembros de las fuerzas del orden resultaron heridos, informó el ministerio de Sanidad.

“Estamos aquí por una revolución reformista para dar la victoria al pueblo y al líder Sadr”, clamó Haydar al-Lami.

“No queremos corruptos y tampoco intentar lo que ya hemos visto” en el poder, prosiguió el manifestante.

“No nos aportan nada, desde 2003 hasta ahora son los mismos, no han traído prejuicios”, aseveró Lami.

En la madrugada del sábado, los partidarios de Sadr saquearon las oficinas del partido Daawa, de Maliki, en Bagdad, así como instalaciones de la corriente Hikma, la formación política de Ammar al Hakim, que también forma parte del Marco de Coordinación, según una fuente de las fuerzas del orden.

*Con información de la AFP.