Luego del atentado del pasado 13 de julio contra el expresidente y candidato Donald Trump, se conoció que el Servicio Secreto de Estados Unidos intensificó la seguridad en torno al exmandatario después de recibir información sobre un complot iraní para asesinarlo, según personas familiarizadas con la situación.

A pesar de esta información, no hay indicios de que exista algún vínculo con Thomas Matthew Crooks, acusado de dispararle a Trump en el mitn del sábado pasado en el estado de Pensilvania.

De acuerdo con la cadena Bloomberg, la Casa Blanca se puso en contacto con el Servicio Secreto sobre la amenaza, la cual fue comunicada a la campaña de Trump, según una fuente. En respuesta, el Servicio Secreto incrementó los recursos y activos destinados a la protección de Trump.

Desde lo que pasó en Pensilvania, el Servicio Secreto y su jefa, Kimberly Cheatle, han sido objeto de un intenso escrutinio. Cheatle declaró en una entrevista con ABC News que el fracaso de la agencia en proteger a Trump fue “inaceptable” y algo que “no debería volver a suceder”.

Trump adoptó una postura agresiva contra Irán durante su presidencia, ordenando el asesinato de Qasem Soleimani, el jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, en enero de 2020. Estados Unidos declaró en 2022 que el grupo militar iraní, conocido como IRGC, tenía planes de asesinar a John Bolton, uno de los exasesores de seguridad nacional de Trump.

El expresidente y candidato republicano fue atacado durante un acto de campaña en Pensilvania. | Foto: Copyright 2024 The Associated Press. All rights reserved

Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, afirmó en un comunicado: “Hemos estado rastreando las amenazas iraníes contra exfuncionarios de la administración Trump durante años, desde la última administración. Estas amenazas surgen del deseo de Irán de buscar venganza por la muerte de Soleimani”.

Precisamente, CNN informó previamente sobre el complot iraní, mencionando que la inteligencia sobre el plan provino de una fuente humana.

Donald Trump dos días después del ataque. Asistió al primer día de la convención republicana. | Foto: 2024 Getty Images

El atacante de Trump

El FBI, por su parte, investiga el ataque como un posible acto de terrorismo interno. La agencia confirmó que el agresor era Thomas Matthew Crooks, de 20 años y residente de Bethel Park, Pensilvania, una localidad ubicada a unos 80 kilómetros (50 millas) del lugar del tiroteo.

El agresor estaba armado con el fusil tipo AR de su padre y se encontraba en una azotea cercana cuando algunos asistentes al evento le informaron a la Policía local de su presencia, según dos funcionarios policiales que hablaron con la prensa con la condición de guardar el anonimato para poder declarar sobre una investigación penal en curso.

Trump hablaba en su acto de campaña en Butler, Pensilvania, cuando se escucharon múltiples disparos. Se agarró la oreja, ensangrentada. Luego se bajó mientras los agentes del Servicio Secreto subían al podio, lo rodeaban y lo llevaban rápidamente a un vehículo cercano.

El autor de los disparos y un transeúnte murieron y dos espectadores resultaron heridos. Biden, quien busca la reelección, ordenó una revisión completa de la seguridad en los mítines, así como en la Convención Nacional Republicana de esta semana en Milwaukee, Wisconsin, donde Trump será coronado candidato presidencial del partido.

FBI identificó al autor de los disparos como Thomas Matthew, un joven de 20 años de Bethel Park, en Pensilvania. | Foto: Getty Images/API