La Guardia Revolucionaria de Irán presentó este martes un nuevo misil balístico hipersónico capaz de viajar a velocidades 15 veces superiores a la del sonido y que podrían penetrar sistemas antiaéreos avanzados.

El misil, llamado ‘Fatá’ y con un alcance de 1.400 kilómetros, ha sido presentado durante una ceremonia en la capital, Teherán, en la que ha estado presente el presidente iraní, Ebrahim Raisi, según ha recogido la agencia iraní de noticias Mehr.

Así, las autoridades iraníes han destacado que este nuevo misil cuenta con “una maniobrabilidad excelente” y capacidad de no ser detectado por radares, al tiempo que cuenta con propulsión por combustible sólido y puede alcanzar velocidades de entre trece y 15 veces la velocidad del sonido.

Raisi ha destacado durante el acto que “el poder de disuasión de Irán es una fuente de estabilidad y paz para los países de la región”, al tiempo que ha aseverado que “la industria de defensa y misiles es ya algo nativo de Irán”.

El anuncio de Teherán llega en medio de las tensiones en las negociaciones para reactivar el acuerdo nuclear de 2015. | Foto: Restringido
Raisi ha destacado durante el acto que “el poder de disuasión de Irán es una fuente de estabilidad y paz para los países de la región”, al tiempo que ha aseverado que “la industria de defensa y misiles es ya algo nativo de Irán”. | Foto: Restringido

En esta línea, el mandatario iraní ha hecho hincapié en que Irán no importa armamento y ha argüido que “nada puede amenazar con marginar esta industria avanzada”. “Construimos misiles para no sufrir una agresión por parte de los enemigos y para tener un poder que implique que ni siquiera piensen en un acto de agresión contra la República Islámica”, ha sostenido.

Por su parte, el comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria iraní, Amir Alí Hayizadé, ha destacado que Teherán se ha convertido en uno de los cuatro países del mundo que tienen esta tecnología y ha reiterado que “el misil ‘Fatá’ no puede ser destruido con misiles”.

El anuncio de Teherán llega en medio de las tensiones en las negociaciones para reactivar el acuerdo nuclear de 2015, dañado por la retirada unilateral de Estados Unidos del mismo en 2018, y las críticas occidentales contra el país por sus actividades “desestabilizadoras” en la región.

Irán ha expandido su programa de misiles balísticos durante los últimos años, en medio de la preocupación de varios países occidentales, entre ellos Estados Unidos, que argumentan que supone una violación de las sanciones internacionales, si bien Teherán sostiene que todo el programa tiene fines defensivos y de disuasión.

En noviembre, la república islámica había anunciado la fabricación de ese misil, lo que suscitó la preocupación del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) respecto al programa nuclear iraní.

El director del OIEA, Rafael Grossi, dijo que este anuncio no debía a priori influir en las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán, que llevan en punto muerto desde el verano de 2022 y en las que las potencias occidentales quieren garantizar que dicho programa no tenga una dimensión nuclear militar.

Los misiles supersónicos vuelan a baja altura en la atmósfera y son manejables, lo que complica su localización y su derribo.

Rusia, Corea del Norte y Estados Unidos anunciaron en 2021 que habían ensayado este tipo de misiles.

Rusia tomó la delantera, al anunciar en marzo de 2022 el uso de misiles supersónicos Kinzhal en la guerra de Ucrania, semanas después de iniciar la invasión el 24 de febrero.

EE. UU. impone nuevas sanciones contra Rusia e Irán; esta es la razón

Estados Unidos anunció en abril pasado un nuevo paquete de sanciones contra Rusia e Irán por la detención “inaceptable” e “injusta” de ciudadanos estadounidenses poco después de que Moscú haya negado una visita consular de Estados Unidos al periodista Evan Gershkovich.

“La acción de hoy está dirigida a altos funcionarios y servicios de seguridad en Irán y Rusia que son responsables de la toma de rehenes o la detención injusta de ciudadanos estadounidenses en el extranjero”, ha explicado en un comunicado el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken. | Foto: Lehtikuva

Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha afirmado que, con estas acciones, Washington promueve “la rendición de cuentas” ante aquellos que son “responsables de detener injustamente a ciudadanos estadounidenses en el extranjero”.

Así, Blinken ha resaltado que este nuevo paquete de sanciones impuesto tanto contra Moscú como contra Teherán es una “advertencia clara y directa” de posibles represalias contra todos aquellos que busquen tomar las mismas decisiones.

En concreto, del lado iraní, las sanciones afectan a Ruholá Bazghandi, un agente que trabaja para la Inteligencia de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica y que ha participado, según Washington, en acciones para planificar el asesinato de periodistas, ciudadanos israelíes y otros “enemigos de Irán”.

Asimismo, a la ‘lista negra’ también ha sido añadido un comandante de los Cuerpos, Mohamad Kazemi, encargado de supervisar las operaciones de represión contra la sociedad civil durante las protestas antigubernamentales y “arrestar a disidentes iraníes, incluidos los de doble nacionalidad”.

Con información de Europa Press y AFP