En medio de la tensión que se vive en Chile, como resultado de sectores políticos que se han mostrado abiertamente críticos al actual presidente de ese país, Gabriel Boric, llegando incluso a ver con esperanza el surgimiento de una eventual figura como el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, se conocieron las declaraciones de la escritora e intelectual Isabel Allende, quien en ese contexto decidió arremeter en contra del centroamericano.
En su pronunciamiento, la escritora decidió afirmar que Bukele era una suerte de dictador, y señaló que desear el surgimiento de un líder como él en Chile sería desear un contexto como el vivido por su país décadas atrás bajo el gobierno militar de Augusto Pinochet.
La escritora, quien a la vez es sobrina del asesinado y derrocado presidente chileno Salvador Allende, objeto del golpe militar que llevó precisamente a Pinochet al poder durante cerca de década y media, recordó que el paso del uniformado por el mando chileno representó la restricción de derechos civiles y políticos, recordando algunas de sus políticas restrictivas, y el Estado de sitio que implantó.
En declaraciones recogidas por medios internacionales, la escritora Allende afirmó que si bien “en Chile ahora la gente está añorando a un Bukele, yo digo: tengan cuidado. Eso fue Pinochet”.
Para la escritora, en declaraciones a medios locales en España, si bien se puede hablar de un ‘Chile seguro’, bajo la dictadura de Pinochet, “la inseguridad y el terror venían del Estado”.
Estas declaraciones se conocieron precisamente pocas horas antes de que Bukele anunciara su candidatura reeleccionista para las próximas votaciones presidenciales, aun cuando en su país esa figura de revalidación y continuidad en el mandato no está prevista constitucionalmente, pero el presidente salvadoreño logra los más altos índices de popularidad en su país por su ‘lucha frontal’ contra la delincuencia, la misma que despierta opiniones encontradas.
Precisamente en dicho contexto de lucha frontal contra la delincuencia, en uno de los países que años atrás era considerado uno de los más peligrosos del mundo por cuenta de la existencia de las llamadas maras, y los enfrentamientos entre estas mismas, Bukele ha completado más de un año bajo el régimen de excepción.
Si bien ese estatus ha permitido a las autoridades la adquisición de ‘poderes’ o vía libre para la detención y lucha contra los delincuentes, la medida es vista con temor en escenarios internacionales y organizaciones de Derechos Humanos, en tanto se advierte que esta podría estar restringiendo los derechos constitucionales de sus ciudadanos.
Uno de los aspectos por los que precisamente Allende manifestó ‘riesgoso’, el desear el surgimiento de gobiernos similares al de Bukele, comparándolo con la dictadura de Pinochet, se resumen en que en medio de las medidas adoptadas también se ha optado por eliminar la ‘presunción de inocencia’, lo que ha referido un peso de la ley incluso en casos en los que el juzgado no era responsable del delito que se le endilga.
Sin embargo, el cuestionado modelo de Bukele también ha arrojado resultados loables en términos de seguridad, referidos a la notoria reducción de la tasa de homicidios, que incluso le permitió sumar al gobierno más de 365 días sin homicidios, y ha permitido el encarcelamiento de cerca de 60.000 personas señaladas de cometer delitos en su país, muchos de los cuales han sido enviados a la llamada ‘supercárcel’, en la que los reos se mantienen bajo situaciones de extremo control.
Medios internacionales refieren sobre el ‘modelo de Bukele’, que ha significado la muerte de más de 150 presos, y ha permitido que, pese a sus detenciones ‘erróneas’, 5.000 personas pudieran ser puestas en libertad al comprobar su inocencia.
En sus declaraciones sobre El Salvador, Allende apuntó que si bien los años posteriores a la dictadura de los 80, y previos a la llegada de Bukele, con las maras, fueron realmente preocupantes, a ella también le parece preocupante que eventualmente países de la región, incluido Chile, tengan pobladores que “cambien democracia por seguridad”.
En contextos internacionales, se reconoce que si bien Bukele presenta loables logros en materia de seguridad, también se plantea un halo de incertidumbre, en tanto en medio de su deseo por hacer las cosas ‘bien’, Bukele podría estar incurriendo en delitos contra la humanidad, según las ONG defensoras de DD. HH.