Este lunes 20 de junio se conoció el anuncio de la coalición del Gobierno israelí, donde informaron la disolución de la Knesset o Parlamento israelí y la convocatoria de elecciones anticipadas.

El actual primer ministro, Yair Lapid, quien será el primer ministro en funciones a partir de la disolución, comparecerá junto al primer ministro saliente, Naftali Bennett.

“Mi amigo, el ministro de Relaciones Exteriores, y yo hemos decidido juntos disolver el Parlamento y acordar una fecha para las nuevas elecciones”, dijo el primer ministro Bennett en un discurso emitido en todos los canales israelíes, junto a Yair Lapid.

Apenas un año después de llegar al poder, la coalición liderada por el primer ministro israelí, Naftali Bennett, sorprendió el lunes a todo el país al anunciar su intención de disolver el Parlamento para convocar las que serían las quintas elecciones en menos de cuatro años.

El Gobierno presentará la semana próxima una proposición de ley para la disolución del Parlamento, lo que supondría el final del 36.º gobierno del Estado de Israel.

Teniendo en cuenta las condiciones legales y las fiestas del país, lo más probable es que las elecciones se celebren a finales del mes de octubre.

Bennett y Lapid habían logrado en junio de 2021 una coalición única en la historia de Israel que juntaba a partidos de derecha, centro, izquierda y, por primera vez, a una formación árabe, para poner fin a los 12 años consecutivos de Benjamín Netanyahu al frente del Gobierno.

El acuerdo de coalición entre Bennett y Lapid también preveía la rotación entre ambos al frente del Ejecutivo y la sustitución de Bennett por Lapid en caso de disolución del Parlamento.

Si el proyecto de ley de disolución del Parlamento es aprobado por los diputados, Yair Lapid se convertirá en el nuevo primer ministro de Israel hasta que se forme un nuevo gobierno.

Yair Lapid se convertirá “pronto” en primer ministro, confirmó el lunes Bennett, prometiendo respetar el acuerdo entre ambos.

Naftali Bennett “antepone los intereses del país a sus intereses personales”, dijo Lapid, que ya debería ser primer ministro durante la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el 13 de julio, su primera a Israel desde que asumió el cargo en enero de 2021.

La coalición salió avante

La coalición tuvo que enfrentarse a la cuestión de la renovación de la ley sobre los colonos, que permite aplicar las leyes israelíes a los más de 475.000 colonos israelíes que viven en la Cisjordania ocupada.

Este texto, en vigor desde el inicio de la ocupación israelí de Cisjordania, en 1967, es ratificada cada cinco años por el Parlamento.

Pero la oposición, que apoya mayoritariamente esta ley, logró el 6 de junio reunir una mayoría de votos contra la renovación del texto, con la esperanza de mostrar las tensiones internas de la coalición.

La ley debía renovarse antes del 30 de junio o los colonos israelíes en Cisjordania perderían su protección legal bajo la ley israelí. Sin embargo, si la Cámara se disolvía, la ley se prorrogaba automáticamente.

“Con la expiración de esta ley, Israel se arriesgaba a sufrir graves problemas de seguridad y un caos jurídico. No podía aceptarlo”, dijo Bennett, jefe del grupo de derecha radical Yamina, para justificar la disolución del Parlamento.

En las semanas previas a esa votación, la coalición ya había perdido su mayoría con la salida de una diputada del partido Yamina. Y desde esa votación, otro miembro de este partido de derecha, Nir Orbach, amenazó con dejar de apoyar al Gobierno.

En este contexto, la oposición liderada por el exprimer ministro Benjamín Netanyahu, acusado de corrupción en una serie de casos, amenazó con presentar un proyecto de ley para disolver el Parlamento el miércoles 22 de junio.

Pero la coalición quiso tomar la iniciativa y solicitó la disolución del Parlamento, que, de ser aprobada, llevará a nuevas elecciones el 25 de octubre, según los medios locales. Serán los quintos comicios en menos de cuatro años en Israel.

Los últimos sondeos siguen situando al Likud, el partido de Netanyahu (derecha), a la cabeza en intención de voto, pero sin superar el umbral de la mayoría (61 diputados de los 120 del Parlamento) junto a sus aliados de las formaciones ultraortodoxas y de la extrema derecha.

*Con información de la AFP.