La guerra entre Israel y Hamás sigue ocupando portadas internacionales y en este momento uno de los puntos que centra la atención es el ultimátum hecho por el Ejército israelí a Gaza para que los palestinos empiecen a evacuar, pues la incursión será inminente contra el grupo terrorista luego de que atacaran el pasado sábado territorio israelí, dejando una sombra de muerte, desaparecidos, secuestrados y heridos.
Ante el inminente anuncio, los palestinos de la zona del norte de Gaza huían después de que el Ejército israelí ordenara a casi la mitad de la población que huyera al sur. Israel ya empezó a hacer incursiones limitadas antes de una invasión terrestre prevista en la zona. La guerra parecía a punto de escalar una semana después del cruento y extenso ataque de Hamas contra Israel.
Pese a las advertencias de Naciones Unidas y grupos humanitarios sobre que semejante éxodo causaría un sufrimiento humano inenarrable, y pacientes de hospitales y otras personas no podían trasladarse, es un hecho lo que ocurrirá en cuestión de horas.
Huir lo antes posible
Familias en autos, camiones y carros tirados por burros cargados de pertenencias abarrotaban una carretera principal que se dirigía al sur desde Ciudad de Gaza, mientras los ataques aéreos seguían golpeando el territorio asediado. La oficina de medios de Hamás dijo que los aviones habían golpeado autos que se dirigían al sur y matado a más de 70 personas.
El Ejército israelí dijo que sus tropas realizaron redadas rápidas en Gaza para combatir a los milicianos y buscar pistas de las aproximadamente 150 personas secuestradas en el impactante ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre.
Al ordenar el desalojo, el Ejército israelí dijo que planeaba atacar los escondites subterráneos del grupo terrorista en los alrededores de Ciudad de Gaza. Pero los palestinos y algunos funcionarios egipcios temen que, en última instancia, Israel pretenda expulsar a la población de Gaza a través de la frontera sur con Egipto.
Naciones Unidas pidió a Israel que revocara su orden sin precedentes.
Hamás pidió a la población que no obedezca la orden de desalojo, y las familias de Gaza enfrentaban lo que temían era una decisión sin salida: marcharse o quedarse, sin terreno seguro en ninguna parte.
En Ministerio de Salud de Gaza dijo el viernes que unas 1.900 personas habían muerto en el territorio. El ataque de Hamás dejó más de 1.300 israelíes muertos, la mayoría civiles, y casi 1.500 milicianos de Hamás murieron en los combates, indicó el gobierno israelí.
La redada de Israel
La redada de Israel del viernes fue la primera noticia sobre tropas israelíes ingresando a Gaza desde que lanzó sus incesantes bombardeos en represalia por el ataque de Hamás, en el que los combatientes mataron a cientos de personas en el sur de Israel.
Un portavoz militar declaró las tropas terrestres se retiraron tras sus redadas. Los movimientos no parecían ser el comienzo de una invasión terrestre.
Israel ha llamado a filas a unos 360.000 reservistas y acumulado tropas junto a la frontera con Gaza, aunque no se ha anunciado una ofensiva por tierra. Un asalto contra la densamente poblada y empobrecida Gaza provocará seguramente aún más bajas en ambos bandos en brutales combates casa por casa.
“Destruiremos a Hamás”, prometió el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un discurso el viernes por la noche. “Esto apenas es el comienzo”, añadió.
Hamás afirmó que los bombardeos de Israel mataron a 13 de los rehenes. Dijo que entre los muertos había extranjeros, pero no divulgó sus nacionalidades. Un portavoz militar israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, refutó tal afirmación. Hamás y otros milicianos palestinos confían en canjear a los rehenes por miles de palestinos retenidos en prisiones palestinas.
Palestinos de Gaza no saben a dónde ir
La oficina de prensa de Hamás dijo que bombas israelíes mataron a 70 personas al caer sobre automóviles que se dirigían al sur de Gaza en tres puntos distintos. De momento no había comentarios por parte de las fuerzas armadas israelíes sobre esos ataques.
Dos testigos reportaron un ataque contra los vehículos que evacuaban cerca de la localidad de Deir el-Balah, al sur de la zona de evacuación y en el área a la que Israel pidió a la gente que huyera. Fayza Hamoudi dijo que ella y su familia viajaban desde su casa en el norte cuando las bombas cayeron a cierta distancia en la carretera y que dos vehículos estallaron en llamas. Un testigo que circulaba en otro coche por la carretera relató lo mismo.
“¿Por qué confiaríamos en que están tratando de mantenernos a salvo?”, cuestionó Hamoudi con la voz entrecortada. “Están enfermos”.
Más de la mitad de los palestinos que viven en Gaza son descendientes de refugiados de la guerra de 1948 vinculada a la creación de Israel. Para muchos, la orden de desalojo masivo desenterró el temor de una segunda expulsión. Por lo menos 423.000 personas, cerca de uno de cada cinco residentes de Gaza, se han visto obligados a abandonar sus hogares a causa de los ataques israelíes, dijo la ONU el jueves.
Los hospitales luchan por atender a los pacientes
El Ministerio de Salud de Gaza dijo que era imposible evacuar a los múltiples heridos de los hospitales, que ya están teniendo problemas para lidiar con la gran cantidad de muertos y heridos. “No podemos evacuar los hospitales y dejar a los heridos y a los enfermos para que se mueran”, dijo el portavoz Ashraf al-Qidra.
Farsakh, de la Media Luna Roja palestina, dijo que algunos médicos se rehusaban a irse y abandonar a sus pacientes, y en lugar de ello estaban llamando a sus colegas para despedirse.
“Tenemos heridos, tenemos ancianos, tenemos niños que están en los hospitales”, señaló.
*Con información de AP