La batalla legal sobre si la guerra de Israel contra Hamás en Gaza equivale a genocidio inicia el jueves en el máximo tribunal de las Naciones Unidas, con audiencias preliminares sobre la petición de Sudáfrica de que los jueces ordenen la suspensión inmediata de las acciones militares de Israel.
El Gobierno de Pretoria presentó un recurso urgente ante la CIJ para obligar a Israel a “suspender inmediatamente” sus operaciones militares en Gaza. Unas acusaciones que el presidente de Israel calificó de “atroces” y “absurdas”.
Los representantes legales de ambos países se enfrentarán en la gran sala del llamado Palacio de la Paz en La Haya, la sede del tribunal, lejos de la guerra en la Franja de Gaza desencadenada por un ataque sin precedentes del movimiento palestino Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre.
Sudáfrica argumenta que Israel incumple sus obligaciones en el marco de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, un tratado de 1948 creado justo después del Holocausto.
En tanto que país signatario del tratado, Sudáfrica puede llevar a Israel ante la CIJ, que se pronuncia sobre disputas entre países.
En su acusación, Sudáfrica reconoce el “peso particular de la responsabilidad” de acusar a Israel de genocidio y condena “inequívocamente” los ataques de Hamás que desencadenaron la guerra en Gaza.
Pero al mismo tiempo, en un documento de 84 páginas, el gobierno de Pretoria afirma que los bombardeos y las operaciones terrestres de Israel tienen “la intención específica (...) de destruir a los palestinos de Gaza como parte del grupo nacional, racial y étnico más amplio de los palestinos”.
El caso, que probablemente tardará años en resolverse, es un golpe directo al corazón de la identidad nacional de Israel como Estado judío creado tras el genocidio nazi.
También involucra a la identidad de Sudáfrica: el partido político Congreso Nacional Africano lleva mucho tiempo comparando las políticas de Israel en Gaza y Cisjordania con su propia historia bajo el régimen de apartheid de la minoría blanca, el cual restringió a la mayoría de los negros a “tierras de nativos” antes de terminar en 1994.
Israel suele considerar que los tribunales internacionales y de la ONU son injustos y parciales. Pero enviará a un equipo jurídico a la Corte Internacional de Justicia para defender la operación militar que lanzó tras los ataques del 7 de octubre perpetrados por Hamás.
En una declaración posterior a la presentación del caso, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina instó al tribunal a “tomar medidas inmediatas para proteger al pueblo palestino y pedir a Israel, la potencia ocupante, que detenga su embestida contra el pueblo palestino, con el fin de garantizar una resolución legal objetiva”.
En los dos días de audiencias preliminares en la Corte Internacional de Justicia los abogados de Sudáfrica empezarán explicando a los jueces por qué el país africano ha acusado a Israel de “actos y omisiones” de “carácter genocida” en la guerra en la Franja de Gaza y ha pedido el cese inmediato de las acciones militares israelíes.
La audiencia inaugural del jueves se centra en la petición de Sudáfrica de que el tribunal imponga órdenes provisionales vinculantes que incluyan que Israel detenga su campaña militar. La decisión probablemente tarde semanas.
El presidente israelí, Isaac Herzog, arremetió contra estas acusaciones, que refutará en La Haya Aharon Barak, expresidente de la Corte Suprema del país.
“No hay nada más atroz y absurdo que esta afirmación”, expresó Herzog. “Estaremos en la Corte Internacional de Justicia y presentaremos con orgullo nuestro caso de legítima defensa (...) acorde al derecho internacional humanitario”, afirmó.
Según el presidente, el Ejército israelí está “haciendo todo lo posible en circunstancias extremadamente complicadas sobre el terreno para asegurar que no haya consecuencias no deseadas ni víctimas civiles.”
El Gobierno del presidente Gustavo Petro, por medio de un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, anunció su apoyo en esta demanda en contra de Israel, demostrando nuevamente la postura que ha sostenido desde que volvió a escalar este conflicto en el Medio Oriente y que tiene como uno de sus protagonistas principales al grupo terrorista Hamás.
“Como lo ha sostenido el presidente Petro, desde el inicio mismo de la sangrienta fase del conflicto en Palestina, es bien claro que las acciones y medidas adoptadas por el Gobierno de Israel configuran actos de genocidio”, indicó el Ejecutivo.
La ofensiva israelí ha matado a más de 23.200 palestinos en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio palestino. La cifra de muertos no distingue entre combatientes y civiles. Alrededor de dos tercios de los muertos son mujeres y niños, según los funcionarios de salud.