Israel siguió bombardeando este martes la Franja de Gaza tras indicar que su ofensiva se intensificará y que no parará hasta “desmilitarizar” y “desradicalizar” el territorio palestino gobernado por el movimiento islamista Hamás.
Según el Ministerio de Salud de Hamás, 241 personas murieron durante las últimas 24 horas a causa de los bombardeos israelíes. En Jan Yunis, en el sur de Gaza, se veían humaredas tras los ataques.
El Ejército israelí anunció que atacó en las últimas horas más de un centenar de objetivos, entre ellos accesos a túneles y posiciones militares de Hamás, sobre todo en Jabalia (norte) y Jan Yunis.
“Hamás debe ser destruido, Gaza debe ser desmilitarizada y la sociedad palestina debe ser desradicalizada”, afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un artículo en el Wall Street Journal.
El jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, afirmó que la guerra “seguirá varios meses” y que Israel buscará “preservar [sus] logros por mucho tiempo”.
Netanyahu había anunciado el lunes, durante una visita a sus tropas en Gaza, que Israel se preparaba a “intensificar los combates”.
La Franja de Gaza, sometida por Israel a un asedio total desde el 9 de octubre, estaba el martes aún más aislada del resto del mundo por un nuevo corte de las telecomunicaciones fijas y de Internet, provocado por “la continuación de la agresión”, indicó la compañía palestina de telecomunicaciones.
La guerra obligó a 1,9 millones de personas, un 85% de la población de Gaza, a abandonar sus hogares, según la ONU.
Historias desgarradoras
Según el Ministerio de Salud de Hamás, un total de 20.915 personas, en su mayoría mujeres y menores, murieron desde el inicio de las operaciones israelíes en Gaza, el 7 de octubre.
Israel lanzó su ofensiva tras la incursión de comandos islamistas que mataron en el sur del país a 1.140 personas, la mayoría civiles, según un balance de la AFP a partir de datos israelíes. Unas 250 personas fueron secuestradas, de las que 129 siguen cautivas en Gaza, según las autoridades israelíes.
Según el ejército, 158 militares han muerto desde el inicio de la ofensiva terrestre el 27 de octubre.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que visitó el lunes el hospital de Deir al Balah, en el centro de la Franja, tras un bombardeo en el cercano campo de refugiados de Al Maghazi, dio parte de “historias desgarradoras” sobre familias enteras diezmadas.
El bombardeo de Al Maghazi mató a 70 personas, según Hamás. El ejército israelí señaló que estaba “verificando el incidente”.
La entrada de ayuda humanitaria a Gaza no ha aumentado de manera significativa, pese a la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU, que adoptó la semana pasada una resolución que reclama el envío “inmediato, a gran escala y sin obstáculos” de ayuda humanitaria a Gaza, sin mayores efectos hasta el momento.
La ONU anunció este martes el nombramiento de la actual ministra neerlandesa de Finanzas, Sigrid Kaag, como coordinadora de la entrega de asistencia humanitaria para el devastado territorio palestino.
Presión en Israel
En Israel, la presión aumenta para liberar a los rehenes. Familiares de los cautivos interrumpieron el lunes un discurso de Netanyahu en el Parlamento, con gritos de “¡Ahora! ¡Ahora!”.
“¿Y si fuera tu hijo?”, “80 días, cada minuto es el infierno”, se podía leer en las pancartas.
Hamás, considerado un grupo terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, exige el fin de los combates antes de iniciar nuevas negociaciones sobre un canje de rehenes por presos palestinos.
Los mediadores egipcios y cataríes intentan lograr una nueva tregua, después de la que a finales de noviembre permitió liberar en una semana 105 rehenes a cambio de 240 presos palestinos en Israel, además de la entrada en Gaza de ayuda humanitaria desde Egipto.
El ejército israelí devolvió este martes 80 cadáveres de palestinos muertos en la guerra tras haberlos sacado de fosas comunes o morgues de hospitales en Gaza para comprobar que no se trataba de rehenes.
*Con información de AFP.