El Ministerio de Salud italiano activó el estado de “alerta roja” por calor en 22 ciudades del país, entre ellas la capital, Roma, Palermo, Nápoles, Florencia o Bolonia, donde los expertos han recomendado a la población, en especial la del sur del país, que este fin de semana de protejan del sol entre las 11:00 y las 18:00 horas, y que eviten concentraciones de personas para ahorrarse sofocos.
La ola de calor, llamada Caronte (en referencia al barquero que transportaba las almas al Inframundo en la mitología griega), dejará el sábado y el domingo temperaturas de hasta 44ºC en determinadas zonas del país, especialmente en el centro. Regiones como interior de Umbría, Lazio y los Abruzos rozarán los 43ºC, informa ‘L’Stampa’.
La ola de calor también ha agravado la sequía en las zonas que dependen del agua del río Po, el más largo de Italia, donde las recientes lluvias apenas han conseguido subir el nivel del agua.
Precisamente por el bajo caudal del río, el agua del mar ha penetrado hasta 30 kilómetros en el interior de su desembocadura del mar Adriático, con el consiguiente impacto en las poblaciones circundantes.
Otros países europeos afectados por el calor
En lo corrido de junio, otros países europeos han registrado altas temperaturas.
Francia experimentó picos de alrededor de 40 grados, al igual que la vecina España, que ya lleva varios días de sofocantes temperaturas que también agravan la sequía en el norte de Italia.
A mediados de mes, el servicio meteorológico Météo France advirtió que se trata de la ola de calor más temprana desde 2005. Las altas temperaturas agravan el riesgo de incendios forestales, como los registrados en España, que ya vivió el mes de mayo más caluroso desde principios de este siglo.
Al menos tres incendios se declararon en Cataluña, al noreste de España. El más preocupante en Baldomar, donde el fuego quemó 500 hectáreas y puede alcanzar las 20.000, según el gobierno regional.
En la vecina Portugal, el mes pasado fue el mayo más caluroso desde 1931. La mayoría de científicos lo atribuyen al calentamiento global causado por los gases de efecto invernadero.
Electricidad y trenes afectados
El aumento del uso del aire acondicionado y ventiladores obligó a Francia a importar electricidad de países vecinos, dijo este jueves el operador RTE, cuando muchos reactores nucleares están fuera de servicio por problemas de corrosión o por mantenimiento.
El intenso calor también redujo el caudal de los ríos, por lo que algunas centrales nucleares deben reducir la producción porque el agua utilizada para la refrigeración de los reactores está demasiado caliente para ser devuelta a los cursos de agua sin poner en peligro la flora y la fauna.
España, Italia y otros países han limitado recientemente el empleo de los aires acondicionados para ahorrar energía y la ministra francesa del ramo, Agnès Pannier-Runacher, le declaró a la cadena France 2 que estudiaba una medida similar.
En Francia, la ola de calor afecta la vida cotidiana. Los colegios se abastecieron de agua y, en el sur, algunos cancelarán el viernes las clases.
La empresa de ferrocarriles SNCF advirtió de posibles retrasos, ya que los trenes se ven obligados a reducir la velocidad porque el calor deforma las vías y daña los equipos eléctricos.
“Nuestra infraestructura sufre” con el calor, dijo el director regional de la SNCF, Thierry Rose, señalando que las temperaturas a nivel de las vías en Burdeos alcanzaron los 52 grados a mediados de mes.
Con información de Europa Press y AFP