"Protégete, te lo ruego. No escuches a los que sostienen que no es nada", tuiteó la monja Linda Maresca. "Ya se los advierto, para que no tengan que pasar por lo que vivimos aquí", escribió el bloguero italiano Marco Cartasegna a sus 386.500 seguidores en Instagram. "Sigue nuestro ejemplo y adopta medidas para evitar una crisis en tu país", repiten en las redes sociales. En menos de un mes, cerca de 3.000 personas han fallecido en Italia, una cifra muy cercana a la de China y que probablemente se va superar con rapidez. Se han identificado más de 35.000 casos, la gran mayoría en el norte del país, donde los hospitales están al borde del colapso.
La población es consciente de la magnitud del desastre. Según una encuesta publicada el jueves, casi todos los italianos (94%) apoyan las estrictas medidas de confinamiento adoptadas por el gobierno. Un director de cine, Olmo Parenti, realizó un cortometraje, "Diez días", que inicia con el encierro y en el que los italianos desean enviar un mensaje al mundo sobre "el futuro". "Deja de burlarte de tu madre cuando te pide que compres mascarillas. Ve a comprarlas simplemente", dice una mujer. "¿El peor de los escenarios? Es exactamente el que viene", advierte otro, con la mascarilla en la boca. El cortometraje concluye con un mensaje: "Lo subestimamos. No nos imites. Quédate en casa". Italia inicialmente aisló varias regiones del norte de la península, donde vive una cuarta parte de su población, convencida de que podía contener el foco de la propagación. Pero la medida tuvo que ser extendida varios días después al resto del país, donde buena parte de la población seguía viviendo como siempre. Un fenómeno que se ha repetido en otros países de Europa, donde la gente seguía saliendo a bares y restaurantes, festejando partidos de fútbol y asistiendo a conciertos y teatros pese a que los muertos por coronavirus ascendían a diario en Lombardía. Las imágenes de miles de hinchas franceses que se agolpaban alrededor del Parque de los Príncipes en París después de un partido a puerta cerrada, sorprendieron a la opinión pública. El comentario la semana pasada en televisión de un médico británico que aseguraba que los italianos estaban usando el coronavirus como pretexto para "una larga siesta", generó indignación.
En Twitter, Lylion advirtió en un mensaje a los otros países afectados por covid-19: "Atención, sus hospitales colapsarán. Los médicos no aguantarán". "¡Qué paradoja! Ahora somos nosotros los que nos sentimos más seguros viviendo en Italia", tuitea David Giovinazzo. Con información de AFP