Si alguien sabe cómo desenredar complejos procesos de corrupción es Iván Velásquez. Como magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia fue el coordinador del grupo de investigación de la parapolítica que terminó por encarcelar a decenas de congresistas por sus vínculos con las autodefensas. Por cuenta de esos procesos y de su particular carácter, Velásquez ganó reconocimiento pero también poderosos enemigos. Tanto que fue una de las víctimas de las chuzadas del DAS. Sin embargo, desde hace varios meses el trabajo de Velásquez es otro. El abogado lidera una nueva comisión de investigaciones que desembocó en la profunda crisis política por la que atraviesa hoy Guatemala. En los últimos días, han renunciado ministros del gabinete y millones de personas piden la renuncia del presidente, Otto Pérez, en las calles. Desde los primeros meses de 2015, Velásquez preside la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), dependiente de Naciones Unidas. Desde ese organismo, el exmagistrado presentó ante la opinión pública una serie de evidencias y testimonios sobre la corrupción que aqueja ese país. Los hallazgos ya tumbaron a la vicepresidenta Roxana Baldetti y tienen en la mira al presidente. La investigación de Velásquez develó una estructura criminal denominada "La Línea". El proceso fue complejo pues implicó 86.000 sesiones de escuchas telefónicas, la principal prueba contra los implicados. Ante la evidencia, la Fiscalía presentó en los tribunales un pedido de antejuicio contra el presidente para que pueda enfrentar la justicia por los delitos de asociación lícita y cohecho pasivo, por lo que renunciar al cargo implicaría su inmediata detención. Gracias a intervenciones telefónicas, los investigadores registraron referencias a "el uno" y "la dos", que corresponderían a la participación de Pérez y Baldetti en el esquema que cobraba sobornos para evadir el pago de impuestos aduaneros. Baldetti fue recluida en un cuartel militar de la capital acondicionado parcialmente como prisión para reos de alto impacto y está previsto que el próximo lunes rinda su primera declaración ante el tribunal del caso, en la Corte Suprema de Justicia. Indignación nacional Agitando la bandera nacional azul y blanca, miles de guatemaltecos abarrotaron este sábado la plaza central de la capital para exigir la renuncia del presidente Otto Pérez, sindicado de liderar una banda de defraudación aduanera. Al grito de "corrupto", "Otto ladrón", "fuera Otto" y "renuncia, pero ya", los guatemaltecos manifestaron pacíficamente haciendo sonar silbatos, quemando petardos y levantando carteles donde calificaban al gobierno de Pérez como uno de los peores en la historia guatemalteca. Paralelo a la concentración, un grupo de 311 guatemaltecos entregaron en Casa Presidencial una carta donde piden la renuncia del jefe de Estado. La iniciativa es una acción similar a una de 1944 que realizó un grupo de notables para pedir la dimisión del dictador Jorge Ubico, quien gobernó el país entre 1931 a 1944. El presidente del Colegio de Abogados, Antonio Sagastume, que firmó la misiva, explicó que con la renuncia del mandatario se terminaría la crisis y no se rompe la institucionalidad porque asumiría el vicepresidente Alejandro Maldonado y el Congreso tendría que elegir a su sustituto. Pérez no renuncia A pesar de la convulsión social que ha provocado la explosiva revelación de la Fiscalía y la CICIG, el portavoz presidencial, Jorge Ortega, aseguró este sábado a la AFP que el presidente descartaba separarse voluntariamente del cargo antes de la fecha prevista de enero de 2016. Sin embargo, el gobernante no había sido vinculado oficialmente por la Fiscalía en la estructura de esta red de defraudación aduanera. No obstante, sus ministros de Economía, Sergio de la Torre, y de Educación, Cynthia Del Águila, así como el comisionado para la Competitividad, Juan Carlos Paiz, cercano a la cúpula empresarial, renunciaron a sus cargos este sábado al considerarse "decepcionados" por la supuesta participación de Pérez en el caso. Los dos ministros, de los 14 que componen el Ejecutivo, eran los únicos que se mantenían en sus puestos desde que comenzó a gobernar Pérez el 14 de enero de 2012. Con información de AFP.