Alcanzar el “sueño americano” es la razón que motiva a cientos de personas a intentar entrar y radicarse en Estados Unidos. Este generalmente es asociado con una igualdad de oportunidades, independientemente del lugar de procedencia; lo cierto es que no siempre las cosas son como parecen.

Si bien hay que tener en cuenta que cada vivencia es particular y está sujeto a varios factores, la migración puede tener un ‘patrón’ o características similares en algunas personas. Es el caso; por ejemplo, de multitud de latinos quienes se aglomeran en la frontera sur en aras a tener ‘mejores’ opciones, sin que alguna implique retornar a la nación de origen.

Los solicitantes de asilo acampan cerca de la frontera mientras intentan cruzar a los EE. UU. sin una cita. | Foto: Daniel Becerril

No obstante, uno de los primeros tropiezos aparecen cuando el intento se hace de forma irregular, más aún cuando las autoridades han lanzado continuas advertencias para desistir. El Gobierno estadounidense afirma que aplicará medidas ‘severas’ si descubre irregularidades para entrar y permanecer sin documentos.

¿Es real el “sueño americano”?

Aunque las redes sociales han permitido a algunos contar sus casos de éxito en suelo norteamericano con la consecución de mejores empleos y alcanzar, pese a las dificultades, cierta estabilidad no siempre ocurre lo mismo. Esto, principalmente cuando se incumplen las normativas de permanencia (esto incluye también a quienes entraron legalmente).

Una mexicana es viral en los últimos días por contar cómo las autoridades de Estados Unidos descubrieron que había trabajado indocumentada, pues su visa era de turista. La latina, quien terminó deportada hace tres años, recientemente compartió su experiencia viviendo en Las Vegas (Nevada) y cuán cierto es el ‘mundo soñado’ que muchos visualizan.

La joven mencionó que la soledad y el estrés por su trabajo le llevaron a desarrollar tanto ansiedad como síntomas de depresión, a pesar de compartir vivienda con su entonces pareja y otro familiar. Según ella, esos ‘signos’ nunca habían estado presentes, sino hasta el momento en que tomó sus maletas y se fue a ’probar suerte’.

“No me sentía bien”

“La distancia que tenía, el haber dejado todo en México, así nada más de golpe. (…) En las noches me costaba demasiado trabajo conciliar el sueño, en realidad sentía como una desesperación en el cuerpo, (…) sobrepensaba todo; me sentía, de verdad, bastante sola. Yo no me sentía bien, todo el tiempo me sentía muy sola”, confesó.

La latina afirmó que, inicialmente, empezó a tener un temor al no lograr identificar qué le estaba sucediendo con los cambios de ánimo. En su caso, lo que percibía era una dificultad para respirar, la sensación de hormigueo en todo el cuerpo y también problemas para concentrarse en sus actividades diarias.

Según contó la mexicana, nunca había tenido crisis de ansiedad antes de vivir en EE.UU. | Foto: Fotograma / 00:57 / Ansiedas y depresión /TikTok @lizz22r

“Lo que yo creo que sucedió es que todos los cambios que hice fueron de golpe, de un día para otro como el hecho de irme a vivir a otro país, irme a vivir con mi pareja y sola (respecto a su familia mexicana) por primera vez en la vida”, dijo. Una vez descubrió que todos esos síntomas eran comunes en personas con ansiedad empezó a trabajar en ello.

Latina fue deportada cuando descubrieron que había trabajado ilegalmente. | Foto: Getty Images

Como parte de su terapia comenzó a manejar la respiración y meditar hasta poder ‘tranquilizarse’ sin ayuda de terceros. La latina explicó porqué consideraba que Estados Unidos era una ‘jaula de oro’ en medio del llamado “sueño americano” y recalcó que no todo era el dinero cuando; por ejemplo, la salud menta podía estar en medio.

“Es como vivir en la ‘jaula de oro‘ porque sí, puedes ganar bien, puedes comprarte cosas mucho más fácil que, a lo mejor, en tu país; pero en lo personal, y contándolo desde mi propia experiencia, yo no disfruté para nada vivir” en esa nación.