Hace cuatro meses que Argentina tomó un destino opuesto a cualquier otro reciente con Javier Milei asumiendo como presidente del país. El primer mandatario libertario de la historia prometió una revolución para sacar a la nación de la permanente crisis económica que vive desde hace años. Ahora en el poder, en su camino ha arremetido contra sus homólogos en encarnizadas peleas en redes y medios de comunicación.
En campaña, Milei advertía de un trato distante con los mandatarios de izquierda, alegando que sus principales aliados en la presidencia serían Israel y Estados Unidos. En ese momento, en entrevista con SEMANA, vaticinó una dura relación con países de ideología opuesta. “No voy a impulsar ni voy a promover el comercio y las relaciones con gobiernos de izquierda. Si la decisión del sector privado es comercializar y tener lazos con ellos, es un problema de ellos. Yo con los mamertos no transo”.
Su principal blanco ha sido Nicolás Maduro, el dictatorial presidente de Venezuela. Todo arrancó cuando el mandatario venezolano lo tildó de ser un “error histórico”, a lo cual Milei no se quedó callado. “No esperaba semejante elogio. El socialista empobrecedor de Maduro diciendo que soy un error histórico en América Latina confirma que vamos por el buen camino”, dijo en X.
Las tensiones con el dictador solo aumentaron cuando se les negó la entrada a miembros de la fuerza pública argentina a territorio venezolano para la seguridad de la embajada. “La carnicería que es Venezuela es verdaderamente inaudito; lo mismo que la isla cárcel de Cuba”, respondió Milei en una entrevista con CNN. Aseguró que piensa adoptar sanciones diplomáticas contra el régimen y convencer a más países de hacerlo.
En esa misma entrevista apareció su otro señalado: el presidente colombiano Gustavo Petro. “Después hay otros casos que van camino, como el de Colombia, con el señor Petro. Bueno, mucho no se puede esperar de alguien que era un asesino terrorista, un comunista”. La declaración provocó una crisis diplomática y el Gobierno amenazó con romper relaciones con Argentina.
La defensa del mandatario argentino llegó por redes sociales. Afirmó que Petro lo había agredido primero, porque unos meses atrás el mandatario colombiano había comparado al libertario con Adolf Hitler. Al final hubo acuerdo con ambas Cancillerías mediando y la relación se mantuvo, a pesar de la tensa relación que aún subsiste.
El último que se sumó a la lista de los enemigos de Milei fue el mexicano Andrés Manuel López Obrador, a quien trató de ignorante, pues este lo calificó de “facho conservador” durante su campaña. “Milei afirmó que soy un ‘ignorante’. Está en lo cierto: todavía no comprendo cómo los argentinos, siendo tan inteligentes, votaron por alguien que no está exacto, que desprecia al pueblo”, señaló en X.
Con todo esto en mente, es curiosa la relación con dos de sus homólogos vecinos más importantes, que también son de izquierda: Gabriel Boric, en Chile, y Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil. Del primero solo manifestó en CNN que es “alguien que tiene las ideas incorrectas desde mi punto de vista”. Con él no ha tenido mayores roces.
El caso de Lula es mucho más curioso, ya que Milei lo trató de “comunista envenenado” durante su campaña, y el mandatario brasileño nunca respondió, pero sí rechazó la invitación a la posesión presidencial del argentino, a la cual asistió el expresidente Jair Bolsonaro. Desde la asunción al poder, la relación se ha movido por los canales diplomáticos. ¿Seguirá así en los otros frentes?