Las elecciones en Argentina dieron una gran sorpresa con la inesperada victoria en las primarias de Javier Milei, un candidato libertario y fuera de cualquier esquema que ahora es favorito para ser el próximo presidente de la nación. El líder de La Libertad Avanza se caracteriza por su feroz carácter, su cabello alborotado y cantar canciones de rock a sus seguidores en masivos eventos, pero también por sus polémicas posturas.
Entre otras cosas, el economista de 52 años no cree que el cambio climático sea una realidad y considera que la venta de órganos debería ser legal, aunque nunca lo ha propuesto como parte de su plan de gobierno. Entre los referentes que tiene Milei, se ha declarado admirador de Donald Trump, así como de Ronald Reagan y Margaret Thatcher.
Milei pasó de una relativa oscuridad y de ser un personaje medianamente desconocido hace unos años a tener ahora una oportunidad real de llegar a la presidencia del país sudamericano, con sus mítines combativos al estilo rockero que atraen a los votantes enojados por la inflación del 116 por ciento y el aumento de la pobreza
Entre sus propuestas, se comprometió a acabar con el statu quo político del país, cerrar el banco central, ‘dolarizar’ la economía y reducir masivamente el Estado, ideas que han resonado entre muchos votantes, especialmente entre los jóvenes, después de años de declive económico, tanto con los gobiernos kirchneristas de izquierda, como los de derecha tradicional, como el de Mauricio Macri.
El sólido desempeño de Milei ha convertido las elecciones de octubre en una pelea a tres bandas, desafiando la coalición gobernante peronista y al principal grupo opositor conservador, Juntos por el Cambio, que lo siguieron de cerca en las primarias.
Ya sea que gane o no, su partido tendrá una influencia significativa en el Congreso y tendrá una poderosa plataforma para sus puntos de vista económicos poco ortodoxos, lo que probablemente presionará a cualquier gobierno en el poder para que gire hacia la derecha.
En su evento de clausura de la campaña la semana pasada, Milei se metió en una arena, cantando y rodeado de fanáticos que lo vitoreaban. Ha arremetido contra la ‘casta’ de la élite política, a la que llama ‘ladrones’ que sacan dinero de los bolsillos de los votantes. “Estamos ante el fin del modelo de castas”, dijo tras los resultados de las elecciones primarias.
Milei, también un exmúsico de rock y atleta de poca monta, se opone al aborto y apoya el derecho a portar armas. Así como ha criticado las leyes laborales favorables a los trabajadores como un cáncer para el país, dijo que el Estado es la base de todos los problemas y elogió al gánster estadounidense Al Capone como un héroe, al ser un evasor de impuestos.
Pero los opositores dicen que las propuestas de Milei no son realistas. Eso incluye el plan para dolarizar la economía, algo a lo que se opone la mayoría de los argentinos, a pesar de la rápida depreciación del peso y la alta inflación. Una vinculación dólar-peso introducida por razones similares en la década de 1990 trajo beneficios a corto plazo, pero terminó en una terrible devaluación.
Diana Mondino, economista y asesora de Milei que se postula para el Congreso por su partido, dijo que su reputación de ser inflexible era la razón por la que a muchas personas no les agradaba, pero también fue lo que lo hizo exitoso. “Él no está dispuesto a negociar”, dijo Mondino. ‘Él está dispuesto a decir: ‘¿Qué necesitamos para hacer las cosas?’ Puede doler, pero se hará.
La exministra de Seguridad, miembro de la coalición Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, dijo que estaría dispuesta a trabajar con Milei antes de las elecciones de octubre. “Los argentinos vivimos con angustia, con miedo, sin poder soñar, planificar o vivir una vida normal. Pero hoy tenemos razones para trabajar juntos, para guiar y liderar un cambio profundo en la Argentina, un cambio que deje atrás para siempre la corrupción, allanando el camino a la austeridad”, dijo Bullrich.