El presidente Joe Biden dijo el viernes que Estados Unidos no prevé la retirada inminente de las últimas tropas estadounidenses en Afganistán.

Consultado por periodistas en la Casa Blanca si la salida se concretará en los próximos días, respondió: “No. Estamos en camino, exactamente donde esperamos estar”.

Biden fijó como fecha límite el 11 de septiembre para la retirada final de las pocas tropas restantes, luego de 20 años de guerra.

Pero recientemente han aumentado los interrogantes sobre una aceleración del cronograma, cuando las tropas estadounidenses y de la OTAN acaban de abandonar la base aérea de Bagram.

Esta última, la más grande del país, ha sido la principal base de retaguardia de todas las operaciones militares estadounidenses en Afganistán.

Biden estimó que el gobierno afgano debería ahora “ser capaz por sí mismo” de garantizar, en particular, la seguridad de la capital, Kabul, ubicada a unos 50 kilómetros del aeropuerto.

Sin embargo, según informes de prensa, los estadounidenses mantendrían una presencia de casi 600 soldados allí para proteger su embajada.

Soldados afganos patrullan fuera de su base militar en las afueras de Kabul, Afganistán, el domingo 9 de mayo de 2021. Para el 11 de septiembre de 2021, a más tardar, las fuerzas estadounidenses y aliadas restantes de la OTAN abandonarán Afganistán, poniendo fin a casi 20 años de participación militar. . También se está retirando el apoyo aéreo estadounidense en el que se ha basado el ejército afgano para evitar los posibles ataques de los talibanes que cambiaron el juego, desde que asumió el mando de la guerra de manos de Estados Unidos y la OTAN en 2014 (AP Photo / Rahmat Gul). | Foto: AP

Vale mencionar que todas las tropas de Estados Unidos y de la OTAN abandonaron la base aérea de Bagram, la mayor de Afganistán, que fue restituida al ejército afgano, según informó el viernes Kabul, una señal de que la retirada completa de las fuerzas extranjeras de ese país es inminente.

Los talibanes se congratularon de la partida de tropas extranjeras de esta base, situada a 50 km al norte de la capital afgana y pilar de las operaciones estadounidenses durante todo el conflicto desde 2001.

Es desde ahí que se llevaban a cabo los bombardeos contra los talibanes y sus aliados de Al Qaida, y que se organizaba el avituallamiento de las tropas.

“El aeropuerto de Bagram fue oficialmente entregado al Ministerio de Defensa. Las fuerzas estadounidenses y de la coalición se han retirado completamente de la base y, a partir de ahora, las fuerzas del ejército afgano la protegerán y la utilizarán para combatir el terrorismo”, escribió en Twitter Fawad Aman, portavoz oficial.

Poco antes, un funcionario de Defensa estadounidense bajo condición de anonimato, había informado que “todas las fuerzas de la coalición” habían abandonado las instalaciones.

Los insurgentes “saludan y apoyan” esta retirada, dijo a la AFP su vocero, Zabihulá Mujahid. “Su completa retirada (de Afganistán) abrirá el camino a los afganos para decidir sobre su futuro por ellos mismos”.

El ejército estadounidense y la OTAN están a punto de poner fin a su despliegue en Afganistán, al retirar a sus últimos efectivos de aquí al 11 de septiembre, día del vigésimo aniversario de los ataques de los yihadistas de Al Qaida contra las Torres Gemelas.

Desde el comienzo de mayo, los talibanes han lanzado varias ofensivas de envergadura en las zonas rurales, mientras las fuerzas gubernamentales luchan por consolidar sus posiciones en las áreas más urbanas.

Su capacidad para mantener el control de la base aérea de Bagram será fundamental para preservar la capital, Kabul, y mantener la presión sobre los talibanes.

*Con AFP