En Nueva York, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dio su último discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas. El mandatario norteamericano habló de la guerra en Ucrania y Gaza, de la importancia de llegar a una pronta resolución de dichos conflictos y de como ha sido su periplo en la Casa Blanca, resaltando sus logros al mando del país durante sus casi cuatro años de mandato.
Luego, Biden habló de cómo ha visto cambiar al país durante sus décadas en Washington y cómo los enemigos se han convertido en aliados. Señaló la relación entre Estados Unidos y Vietnam, que estaban en guerra cuando asumió el cargo, pero ahora son amigos. “He presenciado un recorrido histórico extraordinario. Fui elegido por primera vez para un cargo público en 1972. Ahora sé que parezco tener solo 40 años. Lo sé”, dijo el presidente, provocando risas.
“El año pasado, en Hanoi, me reuní con los dirigentes vietnamitas. Elevamos nuestra relación de colaboración al más alto nivel. El hecho de que hoy Estados Unidos y Vietnam sean socios y amigos es un testimonio de la resiliencia del espíritu humano y de la capacidad de reconciliación, y es una prueba de que, incluso tras los horrores de la guerra, hay un camino para seguir adelante. Las cosas pueden mejorar”, aseguró.
Joe Biden continuó abordando una de las principales prioridades de seguridad nacional de Estados Unidos y sus aliados: Ucrania y su defensa contra la invasión rusa. “La buena noticia es que la guerra de Putin ha fracasado en su objetivo principal”, dijo Biden. También prometió seguir apoyando a Kiev hasta que logre una paz duradera.
“Se propuso destruir Ucrania, pero Ucrania sigue siendo libre. Se propuso debilitar a la Otan, pero la Otan es más grande, más fuerte, más unida que nunca, con dos nuevos miembros, Finlandia y Suecia, pero no podemos rendirnos. El mundo ahora tiene otra opción que tomar. ¿Mantendremos nuestro apoyo para ayudar a Ucrania a ganar esta guerra, para preservar su libertad, o nos retiraremos y permitiremos que se reanude la agresión y se destruya una nación?”, dijo Biden.
Luego, el presidente estadounidense habló de la crisis en Oriente Medio, refiriéndose a una defensa de la guerra de Israel en Gaza. “Cualquier país, cualquier país, tendría la responsabilidad correcta de garantizar que un ataque así no vuelva a ocurrir nunca más”, dijo Biden, refiriéndose a los ataques del 7 de octubre en el sur de Israel.
“Están pasando por un infierno”, dijo Biden, refiriéndose a las familias de los cautivos. “Los civiles inocentes en Gaza también están pasando por un infierno. Miles y miles de muertos, incluidos trabajadores humanitarios. Demasiadas familias desplazadas, hacinadas en una tienda de campaña, enfrentando una situación desesperada. No pidieron esta guerra”, aseguró.
Biden también dijo que estaba “decidido a evitar una guerra más amplia que abarque a toda la región” y pidió a Israel y Hamás que acepten un acuerdo de alto el fuego introducido por Estados Unidos en mayo.
En su discurso, el presidente estadounidense también defendió cómo su administración llevó a cabo la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, un importante garrote utilizado por los republicanos contra el presidente y la vicepresidenta y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris. “Fue una decisión difícil, pero la decisión correcta. Cuatro presidentes estadounidenses se habían enfrentado a eso, pero yo estaba decidido a no dejarlo para el quinto”, dijo Biden.
Después, se centró en sus esfuerzos por reconstruir el multilateralismo estadounidense, otra respuesta implícita a las próximas elecciones estadounidenses y al enfoque más aislacionista del rival republicano de Harris, el expresidente Donald Trump.
Según Biden, asumió el cargo: “Decidido a reconstruir la alianza y las asociaciones de mi país a un nivel nunca antes visto”. Y continuó: “Eso es precisamente lo que hicimos, desde las alianzas tradicionales en virtud de tratados hasta las nuevas asociaciones”. Añadió: “Nuestra prueba es asegurarnos de que las fuerzas que nos mantienen unidos sean más fuertes que las que nos separan”.
Finalmente, Biden aseguró que los líderes mundiales deben hacer más para invertir en objetivos de desarrollo sostenible, reducir las emisiones, prepararse para las pandemias, detener el flujo ilegal de armas y monitorear los efectos de la IA. También reiteró que Estados Unidos apoya la reforma y la ampliación del Consejo de Seguridad, pero no apoya la incorporación de más miembros con derecho a veto, como él mismo.
El presidente demócrata, quien saldrá de la Casa Blanca en enero, finalizó su último discurso en la Asamblea de la ONU hablando de su propia decisión de no presentarse a la reelección, que anunció en julio. “Mis compañeros líderes, no olvidemos nunca que hay cosas más importantes que permanecer en el poder. Es su gente”, dijo.