El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el exmandatario Donald Trump arrasaron este ‘supermartes’ en las elecciones primarias de sus respectivos partidos, unos comicios que apenas han dejado espacio para las sorpresas, tal como se preveía, cuyo pleno de victorias ha sido evitado por la republicana Nikki Haley en el estado de Vermont y por el desconocido Jason Palmer en el territorio de Samoa Americana.
El actual mandatario norteamericano no dudó en reaccionar a los resultados de las elecciones, advirtiendo que un segundo mandato de Trump “traerá caos, división y oscuridad” al país. Según dijo, “está decidido a destruir nuestra democracia, arrebatar libertades fundamentales como la capacidad de las mujeres para tomar sus propias decisiones en materia de atención sanitaria y aprobar otra ronda de recortes fiscales de miles de millones de dólares para los ricos”.
Dos días antes, Biden advirtió en una entrevista que su probable rival en las presidenciales de noviembre, Donald Trump, impugnará el resultado si pierde. “Los perdedores nunca son elegantes”, dice una cita de Biden en un perfil publicado en la revista New Yorker sobre el mandatario demócrata de 81 años.
“Sencillamente, creo que hará cualquier cosa para intentar ganar. Si gano, y cuando lo haga, creo que lo contestará”, añadió Biden en la entrevista realizada en enero.
Por su parte, Trump también atacó al que será su rival en las elecciones presidenciales de noviembre por su gestión tanto en política migratoria, haciendo referencia a la “invasión” de migrantes, como por sus acciones a nivel internacional, por la guerra de Ucrania, al conflicto en Oriente Próximo, remarcando que Biden “es el peor presidente de la historia” del país.
Asimismo, defendió su etapa presidencial, en la que Estados Unidos “no tuvo guerras” y en la que “se llevaba bien con muchos países”, mencionando a Corea del Norte y a China, esta última hasta la pandemia de covid-19.
El presidente Joe Biden no tenía a un rival serio en estas primarias, pero hay obstáculos en su camino. En primer lugar, continúa una campaña que reclama que actúe para establecer un alto el fuego inmediato en Gaza y que deje de apoyar a Israel. Lo hacen pidiendo el voto en blanco.
Después del gran éxito en Michigan la semana pasada, más de 40.000 personas votaron en blanco el martes en Minnesota, uno de los estados con mayor proporción de musulmanes en el país. Alrededor del 20 % de electores se decantó por el voto en blanco en este estado, según los resultados parciales.
El segundo escollo ha sido simbólico. Un empresario prácticamente desconocido, Jason Palmer, le derrotó en las primarias en la Samoa Americana, un archipiélago del Pacífico.
Si se cumplen los pronósticos, la campaña presidencial entre Biden y Trump sería la más larga de la historia de Estados Unidos. La convención nacional republicana se celebrará en julio en Milwaukee, Wisconsin, y la demócrata en agosto en Chicago, Illinois.
Los delegados también validan la elección del candidato del partido para el cargo de vicepresidente, que se suele anunciar en los días previos a la convención.
Con información de AFP y Europa Press*