El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto a su mujer, Jill Biden, tuvo una videollamada con algunos de los representantes estadounidenses en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a los que elogió por ser “realmente quienes representan a Estados Unidos”, especialmente a la gimnasta Simone Biles.
En concreto, Biden puso en valor la figura de Biles, a quien le ha agradecido “el coraje” que ha mostrado hacia aquellos que están “bajo presión psicológica”, informó la cadena estadounidense ABC.
Biles renunció a competir en la final de gimnasia por equipos debido a un problema de “salud mental” y también a participar en las finales individuales, a excepción de una de ellas, en la que finalmente obtuvo una medalla de bronce.
“Tengo que centrarme en mi salud mental”, dijo la cuatro veces campeona olímpica después de la sorpresa de su retirada tras completar una de las pruebas.
Así mismo, el mandatario estadounidense remarcó la hazaña de la nadadora Katie Ledecky y la del corredor Isaiah Jewett, así como la de la propia Biles, por decidir participar finalmente en uno de los eventos finales en categoría individual.
“Tuviste el coraje de decir ‘necesito ayuda, necesito algo de tiempo’ y le diste un ejemplo a todo el mundo (...) Y adivina qué, te subiste a esa viga (de equilibrios)”, dijo el presidente.
Así pues, en relación con el conjunto de la delegación olímpica estadounidense, Biden tildó sus logros como “las cosas que la gente mira en todo el mundo”, más incluso que “cualquier cosa” que pueda hacer él como presidente u otras personas de la vida pública.
Para el presidente, este evento deportivo sirvió para “restaurar el alma” del país “de muchas maneras” invitó a los deportistas olímpicos a acudir a la Casa Blanca en otoño.
“Necesito una promesa de todos ustedes: todos vendrán a vernos a la Casa Blanca en otoño”, dijo el presidente, quien pidió fijar una fecha para que “la nación pueda verlos” y él mismo pueda “presumir más” de ellos, recoge la cadena CNN.
Por su parte, la primera dama, Jill Biden, ha manifestado el “orgullo” que provocan los atletas por todo lo que hacen para representar a la nación.
La salud mental, la invitada sorpresa a Tokio 2020
Biles debía dejar una huella en la historia con una cosecha impresionante de títulos en los Juegos Olímpicos de Tokio, pero la superestrella de la gimnasia fue protagonista por otro motivo: su cabeza entraba en conflicto con sus piernas y la cuestión de la salud mental fue la invitada inesperada a la cita olímpica.
“Poner el asunto de la salud mental encima de la mesa significa mucho para mí porque la gente debe comprender que somos seres humanos”, afirmó la estadounidense en la noche en la que realizó su reaparición para obtener un bronce en la barra de equilibrio, tras una plata con el equipo de su país en el concurso general y renunciar a participar en cuatro finales por sus problemas de confianza y de referencias en el aire.
El asunto adquirió un gran impacto mediático, en plenos Juegos y con una estrella afectada directamente, pero no es la primera deportista que atraviesa por un momento psicológico duro en plena cita olímpica.
Hace más de dos décadas, la francesa Marie-José Perec, que era la vigente campeona de 200 y 400 metros, había renunciado por ejemplo en los Juegos de Sídney 2000, incapaz de soportar la presión.
La salud mental es cada vez menos tabú y los deportistas comienzan a hablar con más frecuencia sobre su sufrimiento o los problemas que atraviesan.
“Creo que es un gesto valiente hablar en un momento dado sobre un sufrimiento. Lo vimos con Naomi Osaka hace un tiempo”, le explicó a la AFP Anaëlle Malberbe, psicólogo en el Instituto Nacional del Deporte francés (INSEP), que asiste a distancia a varios deportistas de la delegación olímpica francesa.
El día que Simone Biles decidió parar en mitad de una final se pensó en un primer momento en un posible problema físico, pero ella mismo explicó que su salud mental tenía impacto en su rendimiento.
La pérdida de confianza, la falta de referencias en el aire, el estrés... todo constituía un peligro para ella en mitad de las acrobacias.
Más incluso que sobre la salud mental, el caso de Simone Biles plasma la relación entre la cabeza y su efecto sobre el cuerpo.
“Algunos pensaban que Naomi Osaka estaba loca o tenía un comportamiento de diva. Finalmente, ver a otra gran campeona como Simone Biles tener la misma actitud, abandonar por razones similares, da para reflexionar. Espero que la gente comprenda mejor lo complejo que es”, estima la jugadora francesa de balonmano Allison Pineau.
Esta es una reflexión que comparte el nadador británico Adam Peaty (26 años y doble campeón olímpico), que anunció tomarse una pausa por fatiga mental.
“No es un trabajo normal”, sentenció. “Se ve en todos los deportes. Se ve con Simone Biles. Lo habéis visto con Ben Stokes (campeón inglés de cricket que acaba de anunciar una pausa para preservar su salud mental). La salud mental importa y se trata de tener un buen equilibrio en ese punto”, comentó el nadador.
“La presión sobre las élites, sobre los deportistas de muy alto nivel, es muy fuerte”, apunta Anaëlle Malhberbe. “Un deportista que dura en el tiempo y con rendimiento es también un deportista que se siente bien en los diferentes aspectos de su vida”, explica.
Simone Biles se fue de Tokio 2020 con una plata y un bronce, elevando a siete su balance personal de medallas olímpicas, sumando las de Río 2016, pero ante todo triunfó a la hora de trasladar un mensaje: “Mi salud física y mental cuenta más que todos los medallas que podré ganar nunca”.
Con información de Europa Press y la AFP.