La Administración Biden anuncia que ya está lista para poner un nuevo impuesto a los ricos, lo cual podría poner a personajes como el empresario sudafricano Elon Musk en una situación complicada.

La propuesta del “Impuesto sobre la renta mínima para multimillonarios” de Biden establecería una tasa impositiva mínima del 20 % para los estadounidenses con un valor de más de $100 millones de dólares, lo que afectaría no solo a sus ingresos declarados, sino también a sus ganancias no realizadas en tenencia de acciones y otras formas de riqueza.

El plan se incluirá en la propuesta de presupuesto que la Casa Blanca presentará el próximo lunes, según informó el Washington Post .

Por su parte, Musk atacó una versión del plan en el mes de octubre del año pasado, cuando se estaba considerando como una forma de ayudar a pagar el proyecto de ley de gastos sociales “Build Back Better” de Biden, abandonado desde entonces.

En diciembre, Musk dijo que la factura de impuestos de 2021 sobre su fortuna estimada en $ 243 mil millones ascendió a $ 11 mil millones. (Foto de Patrick Pleul - Pool / Getty Images) | Foto: Getty images

“Eventualmente, se quedan sin el dinero de otras personas y luego vienen por ti”, publicó en Twitter el año pasado el CEO multimillonario de Tesla y fundador de SpaceX .

Este nuevo impuesto de Biden podría recaudar hasta $360 mil millones de dolares en 10 años, y recaería sobre los 700 estadounidenses más ricos, según dicen los asistentes que lo desarrollaron

Por supuesto, entre los millonarios está Musk, así como a los principales partidarios de Biden, Jeff Bezos de Amazon y Mark Zuckerberg de Facebook.

En diciembre, Musk dijo que la factura de impuestos de 2021 sobre su fortuna estimada en $243 mil millones ascendió a $11 mil millones.

Cabe destacar que el impuesto, que tendría que ser aprobado por el Congreso, y podría enfrentar algunas opiniones en contra incluso entre los miembros del propio partido de Biden.

Demócratas como la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el senador de Virginia Occidental, Joe Manchin, han expresado su firme oposición a las versiones anteriores del plan, calificándolo de un truco publicitario que probablemente no aprobará el Congreso.

Sin embargo, Biden dijo el pasado lunes, que espera que las conversaciones con el Congreso puedan dar paso a un acuerdo general sobre el paquete de la semana. El paquete suma al menos 1,75 billones de dólares y podrían ser más. El mandatario agregó que sería “muy, muy positivo lograrlo” antes de que se vaya a dos cumbres mundiales en el extranjero.

“Esa es mi esperanza”, dijo el presidente antes de salir de su estado natal de Delaware para un viaje a Nueva Jersey para destacar las propuestas en materia de cuidado infantil e infraestructura incluidas en el paquete.

Resolver el tema de los ingresos es clave, ya que los demócratas han encogido un plan que era de 3,5 billones, insistiendo en que todos los nuevos gastos se pagarán por completo y no se acumularán en la deuda, según informa L.A.Times.

Biden promete que cualquier nuevo impuesto afectaría solo a los ricos, a los que ganan más de 400.000 dólares al año, o 450.000 dólares por pareja.

Por otro lado, la Casa Blanca tuvo que repensar su estrategia fiscal después de que un demócrata clave, la senadora Kyrsten Sinema, demócrata de Arizona, se opuso a la propuesta inicial de su partido de aumentar las tasas impositivas a los ricos eliminando los recortes de impuestos de la era Trump para aquellos que ganan más de 400.000 dólares anuales.

Sinema también se opuso elevar la tasa impositiva corporativa del 21 %. Como el Senado está dividido 50-50, Biden no cuenta con votos que sobren en su partido.

Por esta razón, para ganarse a Sinema y otros, la Casa Blanca propone gravar los activos de los multimillonarios y requerir que las corporaciones paguen un impuesto mínimo del 15 %, independientemente de si tienen ganancias.