El presidente Joe Biden dijo el sábado que fuerzas estadounidenses ayudaron a derribar “casi todos” los drones y misiles disparados por Irán contra Israel, y reafirmó su “férreo” compromiso con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Biden anunció en una declaración que convocaría a los líderes del G7 -el grupo de las naciones más ricas- para coordinar una “respuesta diplomática unida” al “descarado” ataque de Irán. Hace unas horas, el líder norteamericano había hablado por teléfono con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, luego de que su país fuera atacado por Irán, informó el despacho del gobernante israelí.
La conversación ocurrió después de que Netanyahu se reuniera con su gabinete de seguridad para discutir el ataque, en el que Irán lanzó más de 200 drones y misiles al territorio israelí. El Consejo de Seguridad de la ONU también aseguró que se reunirá de urgencia el domingo a petición de Israel, un día después de que Irán lanzara en su contra más de 200 drones y misiles en respuesta a un ataque a su consulado en Damasco, anunció la presidencia del organismo.
“Prevemos organizar la reunión mañana a las 16H00″ (20H00 GMT), indicó este sábado a la prensa un portavoz de la misión diplomática maltesa, que ejerce la presidencia rotativa del Consejo en abril. En una carta enviada a esa instancia, el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, pidió una reunión “inmediata para condenar inequívocamente a Irán por esta grave violación” y solicitó al Consejo “que actúe para designar como organización terrorista” a la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico iraní.
“Es hora de que el Consejo de Seguridad tome medidas concretas contra la amenaza iraní”, añadió, expresando su “indignación” por un ataque de una magnitud “sin precedentes” que representa “una escalada grave y peligrosa”. En la noche del sábado, Irán lanzó más de 200 drones y misiles contra Israel en respuesta a un supuesto ataque israelí contra su consulado en la capital de Siria, la primera ofensiva directa llevada a cabo por la República Islámica contra su enemigo jurado.
El bombardeo del 1 de abril destruyó el consulado iraní en Damasco y mató a dos guardianes de alto rango. Irán ha acusado a Israel del ataque a la sede diplomática, pero Israel no lo ha confirmado ni desmentido.
Así se vivió el ataque en Jerusalén
Pobladores de Jerusalén corrieron a ponerse a cubierto el domingo tras el ataque sin precedentes de Irán con drones y misiles contra Israel. Los estallidos resonaron por la ciudad y las explosiones tiñeron el cielo de rojo, mientras los pobladores recogían agua y buscaban refugio en los búnkeres.
“Como puedes ver está vacío, todos están corriendo a casa”, declaró Eliyahu Barakat, de 49 años y dueño de una tienda de comestibles en el barrio Mamilla de Jerusalén. Barakat contó que muchas personas visitaron su tienda para abastecerse de “agua, comida, todo”.
“Normalmente cerramos a la una, pero permaneceremos abiertos”, agregó. El ejército israelí indicó que Irán lanzó el domingo más de 200 drones y misiles. El portavoz militar Daniel Halagar llamó a la población a prepararse para buscar refugio. “Les recuerdo que no importa de dónde venga la amenaza, cuando suena la alarma deben ir al refugio y esperar allí por no menos de 10 minutos”, explicó Hagari.
Michael Uzan, un dentista de 52 años, dijo que su familia se reunió en la casa de su suegro para estar juntos. Siguieron las instrucciones del gobierno, compraron alimentos no perecederos y se prepararon para ir al búnker del edificio de apartamentos. Dijo esperar que la vida cotidiana se vea interrumpida los próximos días.
“Mañana no habrá trabajo. Incluso las reuniones, todo ha sido cancelado. Las escuelas están cerradas. Tengo una hija que debía tomar un examen importante mañana, pero todo fue cancelado”, contó. Los residentes del norte de Israel también se prepararon para los ataques. “Realmente tengo miedo de la guerra, esto es serio”, declaró a la AFP Summer Khalil, de 52 años, en la aldea de Majd al Krum, en Galilea.
“Si escucho las sirenas no sabré qué hacer, estamos cerca de la frontera con Líbano. Compré 30 botellas de agua, eran casi las últimas. No había leche en la tienda”, aseguró.
*Con información de AFP