El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajó el domingo por la mañana a la base aérea de Dover, en Delaware, donde rendirá tributo a los 13 militares que murieron en Kabul en un atentado a principios de semana.

Biden y su esposa, Jill, “se reunirán con las familias de los miembros del servicio estadounidense caídos” en la Base Dover, antes de la ceremonia programada en horas de la tarde.

La Casa Blanca hizo el anuncio luego de que se escuchara una nueva explosión en la capital afgana el domingo, por el lanzamiento de un cohete.

Biden afirmó el sábado que un nuevo atentado era “altamente probable”, tras el producido el jueves en el aeropuerto de Kabul, reivindicado por el grupo Estado Islámico en Khorasan (EI-K) y que causó más de un centenar de muertos, entre ellos 13 soldados estadounidenses.

Presidente Joe Biden (Foto de Chip Somodevilla / Getty Images) | Foto: 2021 Getty Images

En represalia, Estados Unidos llevó a cabo un ataque con drones en Afganistán, matando a dos miembros del grupo Estado Islámico e hiriendo a un tercero, y advirtió que no sería “el último”.

El Pentágono dio a conocer la identidad de los 13 soldados muertos en el ataque del jueves.

De ellos, cinco tenían 20 años, la duración de la guerra más larga protagonizada por Estados Unidos, iniciada en 2001 en Afganistán.

Nueva explosión en Kabul

Una explosión causada por un lanzamiento de cohete fue escuchada este domingo por la tarde en Kabul, haciendo temer un nuevo ataque tres días después de un sangriento atentado en el aeropuerto de la capital afgana donde los países occidentales terminan sus operaciones de evacuación.

Esta explosión, fue provocada por el lanzamiento de cohetes que “según las primeras informaciones alcanzaron una casa”, indicó un exfuncionario del gobierno derrocado dos semanas atrás por los talibanes.

El jueves al anochecer, un atentado suicida reivindicado por el grupo Estado Islámico del Khorasan (EI-K), adversario del nuevo régimen talibán, generó un baño de sangre, con más de un centenar de muertos, en su mayoría civiles afganos concentrados ante el aeropuerto con la esperanza de ser evacuados del país, así como 12 soldados estadounidenses.

El atentado terrorista descontroló aún más las labores humanitarias en Kabul. Muchos extranjeros y locales siguen en shock.

Tras este atentado reivindicado por el grupo Estado Islámico del Khorasan (EI-K), el sábado, el presidente estadounidense, Joe Biden, consideró “muy probable” un nuevo ataque antes de la retirada de sus tropas el 31 de agosto.

Los talibanes recuperaron en forma repentina el poder el 15 de agosto, y entraron en Kabul sin oposición tras la debacle del ejército afgano, antes apoyado por estadounidenses y aliados que comenzaron a retirarse del país.

A partir de entonces, más de 110.000 personas han sido evacuadas merced a un puente aéreo con aviones especialmente fletados por países occidentales, que se turnan en la pista del aeródromo de la capital afgana.

Tras el fuerte ataque del pasado 26 de agosto, el presidente Joe Biden, anunció que perseguirá a sus autores. “Para aquellos que ejecutaron este ataque, así como para cualquiera que le desee daño a Estados Unidos, sepan esto: no perdonaremos, no olvidaremos, los perseguiremos y los haremos pagar”, dijo.

El inquilino de la Casa Blanca manifestó que responderá “con fuerza y precisión en el momento adecuado, en el lugar que elijamos, en el momento que elijamos”. Biden señaló que los doce militares fallecidos son “héroes que han entregado la vida (...) Héroes implicados en una misión peligrosa de forma desinteresada para salvar la vida de otras personas”.

Así mismo, manifestó que se continuará con las labores de evacuación de ciudadanos estadounidenses y civiles afganos hasta el próximo 31 de agosto, fecha límite para la retirada de sus tropas del país asiático.

*Con información de AFP