El pasado jueves, 23 de marzo, el presidente de Estados Unidos llegó a Canadá para una visita que promete ser cordial, pero que incluye algunos temas delicados, como el manejo de la migración indocumentada, el comercio, la cooperación militar y Haití.

La agenda incluyó primero una recepción privada para Biden y su esposa Jill Biden en la residencia del primer ministro canadiense Justin Trudeau.

En ese orden de ideas, Joe Biden y Justin Trudeau han dado a conocer este viernes un nuevo acuerdo de migración, que tiene como propósito frenar la entrada de migrantes ilegales en la frontera compartida, la cual tiene más de 8.000 kilómetros.

Una visita como la de Biden a su homólogo Trudeau no se presentaba desde 2009. | Foto: AP/ Andrew Harnik

Este nuevo pacto migratorio, el cual fue discutido entre los dos mandatarios en Ottawa, capital de Canadá, permitirá enviar a Estados Unidos a los migrantes que crucen de forma ilegal por la frontera compartida.

Dicha política se aplicará a aquellos migrantes sin ciudadanía estadounidense o canadiense que sean detenidos hasta 14 días después del cruce en la frontera hacia Estados Unidos, algo que afecta particularmente a la zona Roxham Road, en Quebec. En ese sentido, Ottawa se compromete a recibir a 15.000 migrantes en su país en calidad “humanitaria”.

“La migración irregular es un tema crítico para el Hemisferio Occidental. Tal como se comprometió en la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, Estados Unidos y Canadá están trabajando en estrecha colaboración para abordar estos problemas al priorizar la migración ordenada y segura a través de vías regulares”, han indicado a través de un comunicado conjunto.

Las dos naciones también se comprometieron a seguir llevando a cabo la política del ‘tercer país seguro’, firmado en el año 2004, y que consiste que los migrantes deben solicitar asilo en los primeros países “seguros” a los que llegan.

JOE BIDENEl mandatario obligó a sus funcionarios a borrar la aplicación, pero no se sabe si apoyará un bloqueo total en el país. | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved.

Luego, el presidente estadounidense dará una conferencia de prensa conjunta con Trudeau, previo a una cena de gala. Esta es la primera visita de este tipo desde la de Barack Obama en 2009.

Este viaje marca la relación fluida entre Washington y Ottawa luego de la presidencia de Donald Trump, quien tuvo un vínculo notoriamente difícil con Trudeau. Esta vez, el tono será bastante diferente, pero eso no elimina todos los problemas de fricción.

Defensa y Haití

Otro tema espinoso entre Biden y Trudeau será seguramente el de la defensa, y en particular la contribución canadiense a la OTAN y al Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (Norad).

Estados Unidos y Canadá están de acuerdo cuando se trata de apoyar a Ucrania tras la invasión rusa iniciada en febrero de 2022. Pero Ottawa está lejos de dedicar el 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) al gasto militar, el umbral fijado para los países miembros de la OTAN.

Se espera que Biden y Trudeau hablen también sobre la situación en Haití, un país azotado por la extrema violencia de las pandillas y una aguda crisis humanitaria.

Gente corre mientras la policía dispara gases lacrimógenos durante una protesta que exige la renuncia del primer ministro de Haití, Ariel Henry, después de semanas de escasez, en Puerto Príncipe, Haití, el 10 de octubre de 2022. | Foto: REUTERS

Más temprano el jueves, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que Biden y Trudeau discutirán el pedido de los líderes de Haití para que una fuerza internacional estabilice la empobrecida nación caribeña, donde las autoridades no pueden someter a las bandas armadas.

Washington acogería con agrado que Canadá desempeñase un papel de liderazgo en el envío de una fuerza internacional al país. Para la Casa Blanca, “la situación sobre el terreno no mejorará sin la asistencia militar internacional”, dijo Jean-Pierre, indicando el tema seguía bajo análisis con Canadá y otros países.

Por otro lado, el presidente estadounidense, que defiende abiertamente el “Made in America”, ha adoptado un faraónico plan de subvenciones para la transición energética, la “Ley de Reducción de la Inflación” (IRA).

“En Ottawa, nos complace que Estados Unidos haya tenido en cuenta a Canadá en un esquema de subsidios para autos eléctricos, “pero no debe quedar ahí”, indicaron fuentes del gobierno canadiense.

*Con información de Europa Press y la AFP.