La repentina renuncia del agente de la DEA José Irizarry, adscrito a la oficina de Cartagena, aumentó las sospechas las autoridades estadounidenses que seguían la pista de denuncias en su contra por lo que sería un escándalo de corrupción. "El asunto sigue en curso dentro del sistema disciplinario de la DEA, y no podemos hacer ningún comentario en este momento", dijo Melvin Patterson, vocero de la agencia, al diario The New York Times, que aseguró que en un país golpeado por el narcotráfico como Colombia, constituye un riesgo para los agentes ganarse la confianza de los informantes. El portal de noticias BuzzFeed News divulgó por primera vez detalles de la investigación, y registra la sospecha de que el agente habría proporcionado información confidencial sobre múltiples casos a narcotraficantes colombianos. Aunque se ha manejado en el más completo hermetismo, el portal señala, citando a fuentes al interior de la Agencia de Drogas norteamericana, que este sería uno de los casos más importantes en los últimos tiempos en el que pudieron haberse visto comprometidos investigaciones e informantes.Puede leer: Los detalles íntimos del escándalo sexual de la DEALa publicación cita a un vocero de la DEA, quien confirmó que van tras la pista del agente veterano: "Estamos investigando sus actividades en Colombia", dijo. La investigación estaría siendo conducida por la Oficina de Responsabilidad Profesional de la DEA, que funciona como su unidad de asuntos internos. El agente tenía su base en la oficina de Cartagena y recientemente de manera inesperada regresó a los Estados Unidos. Iruzarry era asignado a menudo a trabajar encubierto y era altamente efectivo en eso. En sus antecedentes registra que en el año 2010 se declaró en quiebra, citando activos por $ 157,356 y deudas por $ 424,868. En la presentación, Irizarry identificó su ocupación como "agente federal" y dio la dirección de la oficina de la DEA en Miami. Los medios estadounidenses aseguran que no ha podido ser localizado.En contexto: ¿Otro escándalo sexual de gringos?En 2015, un organismo del Departamento de Justicia acusó a los oficiales de la DEA en Colombia de asistir a fiestas sexuales pagadas por los cárteles de la droga durante un período de varios años. Siete agentes admitieron la mala conducta y fueron suspendidos. Ese escándalo sacudió la sede de la agencia y provocó la renuncia de su administrador, Michele Leonhardt.