Indignante, así es la historia dada a conocer por un medio local en China, que da cuenta de la denuncia de una joven de escasos 16 años de edad, quien acudió ante las autoridades de su país para afirmar que había sido víctima de tráfico de personas, luego de que sus padres hubiesen accedido a ‘venderla’ por una suma de 38.000 dólares para hacerla parte de un matrimonio forzado.
La mujer afirmó ante las autoridades que, pese a ser entregada a las personas que la ‘compraron’, ella logró escapar, pues tras la transacción había permanecido encerrada por parte de la familia ‘compradora’, en lo que medios califican como un secuestro.
Según recoge el South China Morning Post, los hechos ocurrieron en una provincia del sur de su país conocida como Guangdong, donde los padres de la joven la entregaron a cambio de una cuantiosa suma, y tras de ello, había quedado en poder de su ‘novio’ y la familia de este, en hechos que se registraron a comienzos del pasado mes de febrero.
Tras permanecer en una casa alejada, la mujer logró llegar hasta una carretera en la provincia de Guangxi Zhuang, donde, tras pedir ayuda a personas que transitaban por el lugar, logró llegar hasta una estación policial donde denunció lo ocurrido.
“Mi mamá y mi papá me vendieron”, advirtió la mujer, quien señaló que el comprador era un hombre de su misma aldea, quien había querido casarse con ella pese a que ella no había dado su consentimiento ni deseaba unirse a él.
Así, la joven había huido a una región cercana para convertirse en empleada de una fábrica; no obstante, hasta allí llegó la familia del novio para buscarla y ‘tomar posesión de ella’, tras advertir el trato con sus padres.
La publicación de los medios locales advierte que la mujer logró escapar de sus captores cuando estos se desplazaban en un vehículo, e hicieron un pare para descansar, logrando ella huir bajo el pretexto de necesitar entrar al baño. Una vez allí, convenció a algunas personas de ayudarla a contactarse con la Policía para denunciar su caso.
Tras quedar en poder de las autoridades, estas se comunicaron con los padres de la joven, quienes fueron citados para entregar a la niña, en medio de un proceso en el que las autoridades les advirtieron que era necesario que dejaran de insistir en obligar a la joven a contraer nupcias con quien ella no deseaba, y menos a una edad tan temprana.
Como parte de la ayuda brindada a la joven, incluso previo a la llegada de sus padres, la Policía le realizó una orientación psicológica, para enseñarle los mecanismos y alternativas que tiene ante eventuales nuevos escenarios.
De haber logrado consolidar el matrimonio, este hubiese podido considerarse incluso inválido, pues, pese a que este hubiese contado con la venia de los padres de la joven, se hubiese efectuado fuera de los tiempos legales establecidos por las autoridades, pues en ese país la edad mínima legal para contraer matrimonio es a los 20 años en el caso de las mujeres, y 22 en el caso de los hombres.
Si bien los medios chinos citaron el caso refiriendo la acción de las autoridades, estos nunca precisaron si en medio de las operaciones para garantizar la seguridad de la joven, eventualmente capturaron o detuvieron al ‘novio’ y sus familiares, a quienes la joven señaló de secuestro.
Si bien la Policía realizó el procedimiento ‘debido’, al entregar a la menor de vuelta al seno de sus padres, primeros responsables y respondientes legales de ella, algunos internautas han cuestionado si la acción realmente fue la correcta, teniendo en cuenta que los progenitores de esa mujer realmente ya habían demostrado ser un peligro para ella.
Usuarios de redes sociales como Weibo, popular en ese país, advirtieron que tras lo ocurrido, la joven podría haber sido revictimizada, pues ahora debía enfrentar las represalias de su familia por los hechos denunciados.
Algunos advierten que la menor quería ser rescatada, pero realmente fue enviada ‘de vuelta a la boca del lobo’, refiriendo con ello el peligro que representa su propia familia.
Aunque las prácticas de los casamientos por interés o arreglados son prácticas abolidas y mal vista en ese país, hechos como el denunciado ponen en evidencia que aún existen algunos vestigios de ello, propios de culturas de la época feudal.