Las fuerzas de seguridad abatieron este miércoles a un joven en Douvres, una localidad ubicada al este de Francia, después que matara a cinco miembros de su familia reestructurada, indicaron a la AFP fuentes próximas a este caso.
El sospechoso se había atrincherado armado con un fusil y una catana el pasado martes por la noche en una vivienda de Douvres. Allí,“los negociadores intentaron ponerse en contacto con él durante toda la noche, en vano”, agregó.
Cinco miembros de la familia recompuesta del presunto autor de los hechos fueron hallados muertos en el interior de la vivienda. El detalle de los vínculos familiares entre el sospechoso y las víctimas no se precisó por el momento.
La familia residía en esa casa desde julio de 2020 y “empezaba a integrarse en el pueblo”, según el alcalde de Douvres, Christian Limousin. El sospechoso tenía 22 años y trabajaba en una empresa de comida rápida en una ciudad vecina, indicó una persona que conocía a la familia.
Tania, gerente de la cafetería de esta localidad de unos mil habitantes, indicó que los gendarmes le pidieron en la mañana no abrir el local y que “la madre de una de las víctimas la llamó porque no lograba hablar con su hija desde ayer”.
Esta tragedia representa una de los asesinatos familiares más sangrientos de Francia en los últimos años. En octubre de 2020, un padre mató a su mujer, sus dos hijos y dos sobrinos en Noisy-le-Sec, al noreste de París.
Más de 100 muertos y 291 heridos por enfrentamientos intercomunitarios en Sudán
El balance de víctimas a causa de los recientes enfrentamientos intercomunitarios que se han registrado en la región sudanesa de Nilo Azul aumentó a 105 muertos y 291 heridos, según han confirmado las autoridades del país africano.
El Ministerio de Sanidad de Sudán también señaló en un mensaje publicado en su cuenta en la red social Facebook que, hasta el momento, 20 de los heridos han sido trasladados fuera de la región para ser atendidos.
Los enfrentamientos estallaron a finales de la semana pasada entre miembros de la comunidad berta y comunidades hausa, una situación que llevó al gobernador regional, Ahmed al Omda, a imponer un toque de queda para intentar contener los combates.
Al Omda prometió detener a los responsables para que rindan cuentas y dijo que las autoridades trabajarán activamente para restaurar el orden y la coexistencia pacífica en la región.
La región de Qissan, y en general el estado del Nilo Azul, es escenario de conflicto desde 1986. Allí, las guerrillas llevan siendo durante décadas un serio problema para las autoridades, tanto para el depuesto dictador Omar al Bashir, como para la junta militar que ahora mismo controla el país.
El golpe de Estado de octubre de 2021, liderado por Abdelfata al Burhan, derivó en la destitución del primer ministro civil, Abdalá Hamdok, si bien las presiones internacionales forzaron un acuerdo para restituirle en el cargo en noviembre, si bien dimitió en enero en protesta por la violenta represión de las protestas contra las autoridades militares.
El vacío de seguridad creado por la crisis política ha posibilitado un nuevo repunte de la violencia tribal en la zona, alimentada por la existencia de la presa del Renacimiento, el gigantesco proyecto de infraestructura de Etiopía que Sudán denunció como un intento de explotación.
*Con información de la Agencia AFP y Europa Press.