El movimiento extremista talibán regresó al poder en Afganistán, después de 20 años de una guerra marcada por una política de intervención liderada por Estados Unidos, iniciada luego de los atentados cometidos contra las Torres Gemelas en Nueva York en 2001.
El regreso de los talibanes, un grupo fundamentalista islámico, ha generado un casos profundo y mucho temor entre los ciudadanos afganos, al punto que cientos de ellos intentaron huir el pasado lunes 16 de agosto en aviones de la Fuerza Aérea estadounidense que despegaron desde el aeropuerto internacional de Kabul, la capital del país.
Varios medios internacionales reportaron en ese momento que, en el intento de huida, varios ciudadanos afganos intentaron colgarse de las partes de los aviones y terminaron cayendo desde el aire. Una de las víctimas fatales fue un joven futbolista que jugaba en las categorías inferiores de la selección de Afganistán.
La noticia fue reportada inicialmente por el portal de noticias afgano Ariana News, en el que se informó sobre el lamentable fallecimiento del futbolista de 19 años de edad.
Se trata de Zaki Anwari, quien sufrió una caída mortal luego de haber tratado de viajar aferrado a un avión estadounidense que despegaba de Kabul, como informó este jueves la Dirección General de Educación Física y Deportes del país.
“Anwari, al igual que miles de jóvenes afganos, quería abandonar el país, pero se cayó de un avión estadounidense y ha fallecido”, explicó el organismo en un comunicado publicado en la red social Facebook.
En un desgarrador video compartido en redes sociales, se ve a centenares de personas corriendo junto a un avión de la US Air Force que se dispone a despegar, con varias personas tratando de sujetarse de la aeronave. Otras secuencias parecen mostrar a dos personas sufriendo una caída mortal desde un avión C-17 tras su despegue.
Restos humanos fueron encontrados posteriormente en el tren de aterrizaje, confirmó el ejército estadounidense, añadiendo que investiga las eventuales muertes ligadas al despegue del C-17.
Entre tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha sido criticado en su país y a nivel internacional por la forma en que se retiraron las tropas norteamericanas de Afganistán, y sobre todo porque su administración aparentemente no estaba preparada para el rápido asalto al poder de los talibanes.
La retirada estadounidense de Afganistán
Desde el año 2001, cuando se cometieron los atentados de las Torres Gemelas, Estados Unidos puso en marcha una ofensiva contra los talibanes en Afganistán, a quienes acusó de proteger a miembros del grupo terrorista Al Qaeda, entre ellos a Osama Bin Laden.
Sin embargo, desde diciembre de 2014 el expresidente Barack Obama anunció el fin de las primeras operaciones de combate y buscó centrar los esfuerzos de sus tropas en el entrenamiento y la cesión de responsabilidades de seguridad a los militares afganos para cerrar la misión.
Posteriormente, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, los términos cambiaron. Si bien el republicano apoyaba el regreso de los soldados de las guerras más largas, dijo que no se retirarían de Afganistán hasta que la situación así lo permitiese.
Más adelante, en febrero de 2020, el republicano llegó a un acuerdo con los talibanes y les aseguró que sacaría a las tropas del país en un plazo de 14 meses, en el marco de las conversaciones de paz adelantadas en Doha (Catar).
Finalmente, el actual presidente Biden anunció en abril que retiraría sus tropas, acción que comenzó en mayo y que se sigue dando. A la par de estos anuncios, los talibanes comenzaron a desplegarse para ir tomando el control de a poco, desgastando las 34 provincias que dividen el país afgano de las grandes ciudades hasta llegar a Kabul, su objetivo ya logrado.
*Con información de la AFP