El ministro del Interior británico, Sajid Javid, afirmó el jueves haber certificado la solicitud de Estados Unidos de extraditar al fundador de WikiLeaks, el australiano Julian Assange, acusado de espionaje. La decisión, que afecta una de las caras más visibles de la libertad de expresión de la última década, representa un paso burocrático que abrirá las puertas de una batalla judicial con pocos precedentes. Y, claramente, hará que activistas a favor de la libertad de expresión se tomen las calles de Londres en las siguientes semanas.  El departamento de justicia de Estados Unidos confirmó el martes que había presentado una solicitud formal de extradición y el ministro Javid dijo que la firmó el miércoles, certificando su tramitación. Sin embargo, la decisión sobre si Assange es extraditado corresponde a los tribunales: la próxima audiencia en este caso está prevista para el viernes. Le puede interesar: Venezuela emite nuevos billetes ante incontrolable inflación El australiano de 47 años vivió refugiado casi siete años en la embajada de Ecuador en Londres hasta su detención el 11 de abril, cuando Quito le retiró el asilo y la nacionalidad ecuatoriana. Ahora está cumpliendo una condena de 50 semanas en una cárcel británica por no respetar las condiciones de su libertad bajo fianza cuando se refugió en la legación ecuatoriana en 2012. "Me complace que la policía finalmente haya podido detenerlo y ahora esté entre rejas porque infringió la ley británica", dijo Javid a la radio BBC. "Hay una solicitud de extradición de Estados Unidos que se presentará ante los tribunales mañana (...) así que la firmé, pero la decisión está ahora en los tribunales", agregó. No se espera que Assange, recluido en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en el sudeste de Londres, asista en persona a la vista del viernes pero podría hacerlo por vídeoconferencia. Sin embargo, es más bien una formalidad judicial que una importante declaración. Ese momento vendrá después, pues la "primera confrontación real de argumentos" en los tribunales no tendrá lugar hasta dentro de varias semanas o meses, según el redactor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson. Washington acusa a Assange de violar la ley de espionaje de Estados Unidos al publicar en 2010 en WikiLeaks cientos de miles de documentos militares y diplomáticos clasificados. Esa filtración permitió que ciudadanos nortemaricanos y el mundo entero se diera cuenta de polémicas decisiones de uno de los gobiernos más poderosos del mundo.  Lea también: Arabia Saudita crucificará a un joven que participó en una protesta cuando tenía 10 años Assange se ha defendido diciendo que Wikiliaks es una fundación periodística y que la información que reveló era de interés público. Además, su defensa ha argumentado que sus acciones nunca pusieron en riesgo la seguridad estadounidense, uno de los argumentos por los que más lo critican las autoridades de ese país.  La decisión final sobre el destino judicial de Assange ahora está en manos de los jueces británicos. ¿Cederán ante la insistencia de Estados Unidos de juzgar a Assange por fuera del Reino Unido? Cualquiera que sea la decisión, levantará todo tipo de polémicas.  Con información de AFP