Francotiradores de Rusia y otros países hostiles a Estados Unidos compiten en los juegos de guerra que se llevan a cabo esta semana en Venezuela, en eventos calificados como juegos olímpicos para soldados que se organizaron no solo para demostrar que Moscú todavía tiene amigos, sino también que algunos de ellos están en América Latina.

Estos juegos de guerra internacionales se llevan a cabo cada año desde 2015, luego de la anexión de Crimea de parte de Rusia, y Venezuela ha participado desde sus inicios, pero los de este año son los primeros que se realizan en América Latina e incluyen participantes de Cuba, Bolivia y Nicaragua.

En las competencias también participan fuerzas de Birmania, Bielorrusia, Abjasia, Uzbekistán, China, India, Pakistán e Indonesia, entre otros. Son naciones que “condenan a diario las agresiones imperialistas contra los pueblos”, afirmó el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López.

De acuerdo con una publicación del Miami Herald, los juegos se llevan a cabo en un momento en que Rusia es duramente criticada por su incursión militar en Ucrania, una invasión que desencadenó severas sanciones económicas contra Moscú de parte de Europa y Estados Unidos y un coro de condenas en todo el mundo.

Los juegos de este año buscan recordarle al mundo que Rusia todavía tiene amigos, pero los observadores creen que el hecho de que se celebren en Venezuela podría tener un efecto más duradero.

“En cierto sentido, esto busca normalizar (y allanar el camino para) una mayor presencia militar en América Latina”, dijo Joseph Humire, director ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura, un grupo de expertos con sede en Washington. Estos juegos podrían abrir la puerta “a operaciones y juegos militares más grandes en el futuro” que involucren no solo a Rusia, sino también a China e Irán.

La región ya lo vio hace unos años con los primeros vuelos de aviones iraníes a Venezuela. Los aviones inicialmente causaron gran alarma en Venezuela y entre los observadores del régimen de Nicolás Maduro, pero luego se volvieron tan frecuentes que finalmente pasaron desapercibidos, manifestó Joseph Humire.

Los juegos se llevan a cabo en el Fuerte Militar Terepaima, ubicado en el estado centro-occidental de Lara y aunque no se ha dado a conocer el número de soldados presentes en Venezuela, los expertos estiman que podrían sumar cientos de efectivos, dado que en los juegos de guerra anteriores los países participantes se acercaron a los 30.

Los juegos de guerra están programadas para durar hasta el 27 de agosto. | Foto: Twitter @libertad003

Las competencias, que en el pasado han probado destacamentos de tanques, artillería y operaciones anfibias, están programadas para durar hasta el 27 de agosto y muestran la voluntad del régimen de Caracas de convertir a Venezuela en una plataforma para una serie de actividades antiestadounidenses”, dijo Evan Ellis, profesor de estudios latinoamericanos del United States Army War College.

La relación de Venezuela con Rusia ya es amplia y los juegos buscan ampliarla aún más, agregó el coronel retirado de la Guardia Nacional de Venezuela, Isidro Pérez Villalobos al Miami Herald. Pero los juegos también buscan promover la venta de armas de Moscú y otros países participantes en la región, aunque no necesariamente a las fuerzas armadas regulares, agregó.

El evento “sirve de cónclave de comerciantes de armas sofisticadas a organizaciones terroristas transnacionales que operan en América Latina con el apoyo del régimen venezolano”, dijo el militar venezolano al Miami Herald.

De cierta manera, los juegos también destacan el juego diplomático de Maduro con Estados Unidos, ya que muestra su voluntad de participar en conversaciones con Washington para mejorar las relaciones, mientras busca fortalecer sus relaciones con Moscú.

“En Estados Unidos le restan importancia a la presencia de Rusia en Venezuela, pero están en todo el país. Son proveedores de armas, son socios petroleros y económicos, son aliados políticos y ahora patrocinan competencias militares”, dijo Isidro Pérez Villalobos.