Una jueza exculpó este lunes a título póstumo a cuatro afroestadounidenses acusados de secuestrar y violar a una adolescente blanca en 1949, en el centro de Florida.
En julio de ese año, Norma Padgett, de 17 años, dijo a la policía que Charles Greenlee, Walter Irvin, Samuel Shepherd y Ernest Thomas atacaron el auto donde se encontraba con su marido.
Según su relato, los cuatro hombres la raptaron y la violaron en la localidad de Groveland, en el condado de Lake.
La declaración de la joven cambió para siempre la vida de los acusados, a pesar de la debilidad de las pruebas. Una multitud persiguió y mató a disparos a Thomas, poco tiempo después de la denuncia.
Los otros tres imputados sufrieron palizas durante su detención y un jurado compuesto únicamente por blancos los sentenció.
Irvin y Shepherd fueron condenados a muerte, y Greenlee, que apenas tenía 16 años, a cadena perpetua.
En 1951, un sheriff del condado de Lake disparó contra Irvin y Shepherd mientras los transportaba a una audiencia ante un tribunal, después de que la Corte Suprema anulara la sentencia de su primer juicio.
Shepherd murió e Irvin resultó herido. El sheriff aseguró que habían tratado de escapar, una versión negada por Irvin, que falleció en 1969 tras recibir la libertad condicional. Greenlee salió de prisión en 1962, también bajo libertad condicional, y murió en 2012.
Familiares de los conocidos como los “Cuatro de Groveland” llevaban décadas luchando por que se reconociera su inocencia.
Setenta y dos años después de los hechos, la magistrada Heidi Davis los exculpó este lunes, a petición de un fiscal de Florida, Bill Gladson.
“Incluso una revisión casual del expediente revela que estos cuatro hombres fueron privados de los derechos fundamentales a un debido proceso garantizados a todos los estadounidenses”, escribió Gladson en el documento enviado a la jueza.
Según él, dada la falta de pruebas, hoy en día “ningún fiscal imparcial consideraría siquiera presentar estos cargos, y ningún jurado razonable condenaría a alguien”, añadió.
El estado de Florida ya había pedido perdón a los familiares de los cuatro hombres en abril de 2017, y el gobernador, Ron DeSantis, los había indultado a título póstumo en enero de 2019.
Otra de las decisiones que generó polémica en Estados Unidos fue la del joven que mató a dos manifestantes antirracistas en EE. UU.
El joven estadounidense Kyle Rittenhouse, que mató con un rifle semiautomático a dos personas e hirió a una tercera al margen de manifestaciones antirracistas en agosto de 2020 en el estado de Wisconsin, fue absuelto este viernes al cierre de un juicio que reveló las fracturas existentes en el país sobre las armas de fuego y el movimiento Black Lives Matter.
Los doce jurados declararon a Rittenhouse, un joven blanco de 18 años, “no culpable” de las cinco acusaciones que pesaban en su contra, incluyendo asesinato, en el cuarto día de sus deliberaciones.
Rittenhouse, que se enfrentaba a una pena de cadena perpetua, afirmó haber actuado en defensa propia.
Mientras se leía el veredicto, sollozó antes de salir rápidamente de la sala del tribunal. En el exterior del recinto se escucharon los gritos de alegría de los partidarios de Rittenhouse.
El presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, se dijo “preocupado y con ira”. Pero, en un comunicado, pidió a los estadounidenses respetar la decisión del tribunal. “Llamo a todos a expresar sus opiniones pacíficamente, respetando las leyes”.
El predecesor de Biden, el republicano Donald Trump, que ya había defendido públicamente al Rittenhouse tras el tiroteo, le dio de nuevo su apoyo el viernes por la noche. “Felicidades a Kyle Rittenhouse por ser declarado inocente”, dijo Trump en un comunicado difundido por su portavoz. “Si eso no es defensa propia, nada lo es”, añadió.
Para evitar altercados, el gobernador de Wisconsin, Tony Evers, pidió a 500 soldados de la Guardia Nacional que estuvieran listos para intervenir. Biden ofreció el respaldo de las fuerzas federales.
*Con información de AFP